Se equivocaron de vivienda, pues la víctima tenía un arma en casa y lo que para los delincuentes fue aún peor: es un excelente tirador. Así quedó demostrado ayer por la mañana cuando alcanzó en la cabeza a dos de los asaltantes.Uno de los cuatro supuestos ladrones de una vivienda de Sudanell, en Lleida, murió por la tarde en el Hospital Arnau de Vilanova a consecuencia de los disparos que le efectuó el propietario de la casa cuando los sorprendió armados y maniatando a su hijo.A falta de concluir las investigaciones, todo apunta a que la víctima del asalto actuó en legítima defensa.
Durante el intercambio de disparos entre el dueño de la casa y los asaltantes, dos de los intrusos resultaron heridos de gravedad y, mientras uno fallecía pocas horas después en el hospital, el otro permanecía ayer ingresado en la UCI con heridas de pronóstico reservado. Un tercero fue detenido por los Mossos d'Esquadra y un presunto cuarto individuo estaba ayer siendo buscado por los agentes.
Los asaltantes entraron en la vivienda, situada en el número 28 de la calle Sant Jordi de la localidad de Sudanell, poco después de las 9.30 horas, encapuchados y armados con pistolas. Una vez en el interior del domicilio, en la primera planta hallaron al hijo del propietario, de 30 años. Lo amordazaron y ataron con cinta aislante mientras lo amenazaban con un revólver, según aseguraron fuentes de la investigación.
El padre, Sebastià G., de 60 años de edad, que dormía en la segunda planta se despertó alertado por el ruido y cogió una pistola que tenía en su domicilio y que utiliza para practicar tiro olímpico en un club del que es socio. De esta forma se presentó en la habitación donde se encontró a los asaltantes maniatando a su hijo. En ese momento, se produjo un tiroteo, resultado del cual dos de los presuntos delincuentes se quedaron en la habitación gravemente heridos de disparos en la cabeza, y los otros individuos se dieron a la fuga.
El vecino salió corriendo tras ellos con el arma en la mano y vestido sólo con los pantalones del pijama, según aseguraron ayer tarde testigos presenciales. Ya en la calle, reclamó la ayuda de sus vecinos. Pero nadie pudo darle alcance. Una vecina que regresaba a su casa de comprar el pan pudo ver a un joven de unos 30 años que huía con una pistola en la mano.
Los servicios médicos de urgencias se personaron en la casa y, tras prestar los primeros auxilios a los heridos, los trasladaron al Hospital de Lleida ante la gravedad de las heridas.
Minutos después, los Mossos d'Esquadra localizaron a uno de los presuntos asaltantes mientras hacía autostop en la carretera, en dirección a Lleida. El detenido resultó ser hermano de los dos heridos y declaró ante los agentes de los Mossos d'Esquadra que lo detuvieron que había ido a la pequeña población de Sudanell a pescar.
La primeras investigaciones apuntan a que el otro individuo fugado podría ser otro hermano o familiar de los asaltantes heridos, aunque ayer la policía no pudo asegurar la participación de una cuarta persona en los hechos.
Los Mossos interrogaron durante la tarde de ayer a Sebastià, que fue asistido por un abogado. No obstante, las citadas fuentes matizaron que el autor de los disparos no fue detenido. Horas después, fue puesto en libertad sin cargos. Las diligencias pasaron ayer al juzgado de guardia, que será el que decidirá en última instancia en qué situación procesal queda el propietario de la vivienda.
En el rastreo de la zona próxima a la casa, los agentes de los Mossos d'Esquadra hallaron a escasos 200 metros del citado domicilio una de las pistolas abandonadas por los atracadores en su huída, junto al canal que pasa por la localidad.
Los atracadores, de nacionalidad española y con numerosos antecedentes delictivos, actuaron con profesionalidad, según explicaron fuentes de los Mossos d'esqudra, que mantienen como primera hipótesis que se trató de un intento de robo. Uno de los datos que abalan esta posibilidad es que en la casa había dinero en metálico.Sebastià trabaja como anticuario y su hijo regenta un conocido pub en la localidad. A pesar de estas fundadas sospechas, fuentes cercanas al caso indicaron que no están del todo descartadas otras hipótesis.
El juez que se ha hecho cargo del caso ha decretado el secreto de sumario.
Sebastià, el propietario de la casa tiene 60 años, y está jubilado, según explicaron sus vecinos, desde que hace unos diez años fue operado del corazón. También tiene algunas tierras en la localidad, que en su juventud había trabajado como agricultor y actualmente hace algunos negocios como anticuario.
La pistola con la que se defendió es de su propiedad y tiene toda la documentación en regla, ya que es aficionado al tiro olímpico desde hace años y es socio de un club. Un hobby que le ayudó a repeler con éxito un intercambio de disparos con unos asaltantes que se llevaron la peor parte en el tiroteo.
«Lo hizo en defensa propia»
LLEIDA.- Los vecinos de Sudanell, una localidad de poco más de 700 habitantes y situada a ocho kilómetros Lleida, y su alcalde, Josep Maria Sanjuan i Cornadó (CiU), tienen muy claro que Sebastià G. actuó en legítima defensa después de que entraran en su casa unos encapuchados armados. «Entiendo perfectamente que se defendiera, nos provoca una terrible sensación de inseguridad ver como unos delincuentes entran en un domicilio en el centro del pueblo a plena luz del día, no sé dónde vamos a llegar», señaló Anna, una de las vecinas de la calle Sant Jordi, que es conocida con el nombre de pistola, por su forma. «Lo hizo en defensa propia», concluyó.
Según explicó el alcalde de la localidad, «el hombre vino al Ayuntamiento después de los hechos diciendo que lo habían intentado robar y para defenderse había tenido que disparar». Según el testimonio del primer edil, «los implicados estaban intentando atar a su hijo y se defendió porque es cazador y tiene un arma».
