LLUCIA RAMIS
BARCELONA.-
Fomentar el intercambio cultural y editorial entre los lectores y los profesionales que trabajan en libros para niños. Éste es el principal objetivo de la Semana Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se presentó ayer en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).
Su lema: Leer nos lleva lejos. Al menos, hasta Alemania. No en vano, la comisaria de la cultura catalana en la Feria de Frankfurt, Anna Soler-Pont, aseguró que éste «es un paso más en el camino» hacia el evento editorial más importante de Europa.
Organizada por la propia Feria de Frankfurt, el Goethe-Institut de Barcelona, el Departament de Cultura y el Institut Ramon Llull, la Setmana del Llibre Infantil y Juvenil representa «una oportunidad para iniciar contactos entre los profesionales del sector», según Martina Stemann, responsable de proyectos internacionales de la feria teutona. Así, la Setmana contará con la visita de 18 editores alemanes el próximo lunes. La intención es facilitar los contratos de derechos de autor con las agencias literarias catalanas para llevar a cabo la traducción de obras de literatura infantil y juvenil.
Un total de 2.000 títulos, muestra de las últimas novedades, una selección internacional de cuentos ilustrados por la paz y la tolerancia, y otra de libros de viajes, conforman el grueso de volúmenes que pueden consultarse en el hall del CCCB. Además, desde hoy y hasta el 4 de febrero, se presentará una exposición sobre la ilustración contemporánea en Alemania y Cataluña.
La programación incluye actividades abiertas al público, entre las cuales, talleres con dibujantes como Philip Waetcher, autor del logo de la Setmana, en el que un libro vuelto del revés sirve de refugio y hogar a los niños. Los fines de semana, éstos tendrán la oportunidad de intercambiar los cuentos que ya hayan leído por otros, en un encuentro -sábados y domingos- a las cuatro de la tarde en el CCCB.
La responsable de la Feria de Frankfurt del programa catalán, Marifé-Boix García, recordó ayer que la feria alemana suele contar con 2.000 editoriales de literatura infantil y juvenil, y que la venta de sus derechos se ha doblado en los últimos diez años.
|