Con un desembolso de 370.000 euros, tres unidades móviles, 15 cámaras y 130 profesionales, la cadena pública intentará aligerar la retransmisión, aunque el contenido de la gala depende íntegramente de la Academia del Cine. Serán dos personas de este organismo las responsables de los cortes a realizar. TVE ha querido evitar cualquier controversia al respecto, aunque se ha guardado la potestad de decidir si un corte es o no viable desde un punto de vista técnico, según afirma el productor de la retransmisión, Luis Campoy.

Con el retraso de media hora en la emisión de la gala se reducirán los siempre tediosos paseíllos, las largas dedicatorias de algunos galardonados y los interminables besos y abrazos. En segundo término, afirma Campoy, televisar la gala con retraso permitirá mejorar la realización con cámaras que no se han pinchado en directo, «siguiendo el ejemplo de lo que ya se hace en otros países en ceremonias similares». «Es una manera de enriquecer el ritmo de los planos», añade el productor.

Desde TVE se insiste en que no pretende evitar posibles escenas o discursos polémicos con el decalaje horario. Una y otra vez se repite que se va a hacer a petición de la propia Academia del Cine, y bajo su responsabilidad.

La mayoría de los cambios en el guión de la gala -presentada por José Corbacho y dirigida por Manel Iglesias- y en la retransmisión, son producto de la masiva fuga de telespectadores, más de un millón, registrada el año pasado. La audiencia no soportó más de tres horas de gala, con escenas tediosas y repetitivas. «Espero que este año sea más amena, gracias a la posproducción, que nos permitirá ganar en ritmo e interés», dice Campoy, aunque advierte que «no deja de ser una gala de entrega de 29 premios».

Antes del inicio de la gala, TVE estará en la alfombra roja durante el programa España Directo. Además de la retransmisión a través de La Primera, el grupo público emitirá la gala íntegramente a través de Radio 5 de Radio Nacional, que conectará en directo a partir de las 21.00 horas.

Aunque TVE es la protagonista de la retransmisión, todas las grandes cadenas son parte de la gala anual del cine al colaborar, directa o indirectamente, en la financiación de la mayoría de las películas nominadas.

Unas veces con la compra de los derechos de emisión y otras coproduciendo las obras, los principales grupos de televisión invirtieron el año pasado más de 110 millones de euros en obras audiovisuales en español, según fuentes del sector.

Por eso, el domingo todas las cadenas olvidarán momentáneamente las críticas por una inversión obligatoria que consideran «abusiva», al entender que supone la financiación de un sector -el cine- por parte de otro -la televisión-. Películas como Volver, El Laberinto del Fauno, Alatriste, Salvador o Los Borgia contaron con financiación, directa o indirecta, de las cadenas.

TVE compró los derechos de emisión de la exitosa película de Pedro Almodóvar. Telecinco participó en Alatriste, la producción más cara de la historia del cine español, en un 90%, y con un 80% en El laberinto del Fauno. Por su parte, Antena 3 adquirió los derechos de emisión de Salvador y fue coproductora en un 80% de Los Borgia.

En los siete años que lleva en vigor la obligación de las televisiones de invertir el 5% de sus ingresos en cine español, las cadenas han aportado al sector audiovisual algo más de 819 millones de euros. Curiosamente, y a pesar de las amargas críticas de las cadenas privadas, la aportación global de las televisiones superó con creces la suma obligatoria, cifrada en 724 millones de euros para ese periodo.