C. E. C.
MADRID. Hace dos semanas, fue la espalda; la semana pasada fue una sobrecarga en el bíceps femoral izquierdo; ayer fue una tendinosis en la rótula de la pierna izquierda. Nunca antes en su carrera, David Beckham había padecido tantas lesiones diferentes y tan continuadas. El asunto parece de magia, pero Capello ni se inmuta cuando ve que alguien arquea una ceja.
El centrocampista inglés se quedó, de nuevo, fuera de una convocatoria. No estará esta noche ni siquiera en el banquillo para el primer encuentro de Liga de la segunda vuelta, en el Madrigal, frente al Villarreal.
¿Y qué? ¿No habíamos quedado en que Beckham, según la afirmación hace dos semanas del propio entrenador italiano, no iba a jugar nunca más con la camiseta del Real Madrid? Así fue como lo dijo, pero luego, una semana después, Capello pareció decir que bueno, que ya veríamos, que dependiendo de las circunstancias.
«Eso será posible cuando se entrene como debe. No descarto volver a contar con él, ya se verá, pero no podré hacerlo si no se entrena». El tono era como el que utilizaba siempre con Ronaldo, aunque luego relajó su postura: «Es que debéis hablar con los médicos del club porque ahora tiene mal la rodilla».
El Madrid llegó anoche a Castellón plagado de bajas. Además de la de Beckham, el equipo acumula las bajas de Roberto Carlos, Guti, Raúl, Emerson y Marcelo.
La idea de Capello es la de repetir el mismo equipo titular que hace una semana se impuso en Mallorca. El Madrid empató en el Bernabéu, en la primera vuelta, frente a su rival de hoy. «Ha pasado por un mal momento, pero tiene calidad para ponerlo muy difícil a cualquier rival. Seguro que vamos a tenerlo complicado», augura el entrenador blanco.
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