LUCAS SAEZ-BRAVO
MADRID.-
No sólo llama a la puerta de Europa, sino que esta noche (20.00 h., PPV), el Atlético de Madrid podría acostarse a un punto del liderato. El objetivo, impensable no hace demasiado, es claro y la forma de conseguirlo parece que también: ir de tapados.
Y el Racing, que ha sumado 10 de los últimos 15 puntos y llega en buen momento al Vicente Calderón, medirá las aspiraciones del grupo de Javier Aguirre. Contra los santanderinos -a los que ya derrotaron, con un jugador menos, en la primera jornada (0-1)-, contra el frío y contra sí mismos se enfrentan los rojiblancos: volver a ganar dos partidos seguidos en casa, cosa que sólo han conseguido una vez en este curso (Sevilla y Recreativo, allá por el mes de octubre).
Ésos son los datos oscuros. La esperanza la aportan otros: el Atlético ha estado 14 de las 19 jornadas del campeonato en puestos europeos. Y sensaciones internas: «El equipo está empezando a creer en sus posibilidades. Ya no sale a ver qué pasa, sino que sale a defender su puesto europeo, porque está creyendo en su sueño», apuntó ayer Javier Aguirre en conferencia de prensa.
El técnico mexicano, que recibió durante la semana la incorporación del central brasileño Fabiano Eller («en dos o tres semanas lo pondremos a competir»), se mostró dispuesto a no poner barreras al equipo: «¿Por qué no podemos pensar en algo más?». Pero antes, por fin, hacer un buen encuentro en el Calderón, sacar una sonrisa de la gélida cara que hoy tendrán los aficionados. «La función de local, la moral del equipo y esa racha sin perder nos da confianza y nos permite suponer que mañana [por hoy] podemos hacer un buen partido. En casa hemos mejorado y a ver si nos sacudimos de una vez ese sambenito», añadió el técnico.
En el aspecto deportivo, El Profe sigue sin poder contar con el lesionado Leo Franco, que ya suma cinco encuentros de ausencia. Pichu Cuéllar defenderá la portería rojiblanca, con lo que el único cambio a priori con respecto al once inicial que venció el pasado sábado a Osasuna será la entrada en el centro de la zaga de Pablo Ibáñez en lugar de Perea. El defensa internacional español, junto al brasileño Zé Castro, tendrá la complicada misión de parar al jugador más alto de la Liga: Zigic (2.02 metros), el arma ofensiva del conjunto preparado por Miguel Angel Portugal.
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