Sábado, 27 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6250.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Perdonando demasiado al que yerra se comete injusticia con el que no yerra (Baldassare Castiglione)
Haz Click Aquí
 DEPORTES
FUTBOL / Internacional
Despierta 'La Bestia'
BAPTISTA PIDE PASO EN EL ARSENAL TRAS CONSEGUIR SEIS GOLES EN DOS PARTIDOS DE LA 'CARLING CUP' LA BAJA DEL LESIONADO VAN PERSIE BENEFICIA SUS ASPIRACIONES
JAVIER EXPOSITO

Hace seis meses, cambió la samba del vestuario del Real Madrid por el pop británico. El Txistu por las fish and chips de las Islas. El sol de invernadero madrileño por la eterna lluvia de Londres.

Publicidad
Julio César Baptista (Sao Paulo, 1981) entró en un intercambio de cromos entre el Real Madrid y el Arsenal. El interés del conjunto inglés venía de lejos, cuando alcanzó un acuerdo con el Sevilla y Baptista prefirió quedarse en España. Hasta que el pasado verano, Ramón Calderón apostó por un Reyes loco por regresar a la Península.

A pesar de su mala temporada en el Real Madrid, donde sólo consiguió nueve goles en 45 partidos, Arsène Wenger recordaba a aquel brasileño de apenas 20 años que firmó 50 tantos en 83 encuentros con el Sevilla, y por el que el Real Madrid desembolsó más de 20 millones de euros.

País nuevo, campeonato nuevo y compañeros nuevos. El cambio parecía difícil, pero este joven todoterreno contó con la presencia de Manuel Almunia, Cesc Fábregas y de su compatriota Gilberto Silva para facilitarle las cosas. Su periodo de adaptación iba viento en popa, pero se truncó en octubre por una lesión en un amistoso contra el Charlton. La perfecta máquina musculada sufrió un cortocircuito a las primeras de cambio.

Por su mente se pasaron los peores momentos en el Real Madrid, cuando estuvo 20 jornadas sin ver puerta y perdió la confianza de Luxemburgo. A cualquier otro, en su lugar le hubiera entrado ese virus llamado morriña y hubiera pedido regresar cabizbajo y desanimado. Pero La Bestia, no.

«Me sorprende. Por las mañanas, hay veces que viene y me habla en inglés, y yo le digo: 'Julio, tú puedes hablar en español conmigo'. Le gusta la ciudad y el país y quiere aprender el idioma. Es un gran tipo». Almunia, uno de sus cicerone, deja a las claras de qué pasta está hecho Baptista. Y Wenger no perdió la confianza en él. «No he visto ni un minuto en el que no se haya entregado completamente».

Llegaron las oportunidades, sí, pero con cuentagotas. Algunos minutos en la Premier, titularidad ante el Newcastle, poco tiempo en la Champions ante el Hamburgo -anotó un tanto en la victoria por 3-1 en Londres-... Pero con jugadores por delante como Henry, Van Persie, Adebayor, Ljungberg o Rosicky, las cosas estaban muy crudas para el 9.

Baptista comenzó 2007 agazapado en el banquillo, esperando su verdadera oportunidad, y ésta llegó en la Carling Cup, la Copa de la Liga inglesa. El brasileño explotó y consiguió cuatro goles en Anfield (3-6) en la segunda goleada en tres días que los gunners endosaron al conjunto de Benítez, después de apearle de la FA Cup en su estadio (1-3). Incluso se permitió el lujo de fallar un penalti.

Y el pasado miércoles, sus dos tantos dejaron encarrilada la semifinal de la Copa de la Liga, después de empatar (2-2) en su visita al Tottenham. Baptista le coló un gol a su compañero de banquillo Almunia, pero el Hércules de ébano se echó el equipo a la espalda para acercarse más a la final, donde espera el Chelsea.

En los dieciseisavos de la FA Cup (mañana disputan la ida ante el Bolton de Iván Campo), en semifinales de la Carling Cup, con los octavos de la Champions ante el PSV a la vuelta de la esquina, a 12 puntos del Manchester en la Premier y con Van Persie lesionado, el brasileño espera el golpe definitivo.

«Tiene una gran actitud y es muy fuerte mentalmente. Me encanta como jugador, pero estoy de acuerdo en que no ha tenido las oportunidades necesarias para demostrar lo que vale», dijo Wenger hace unas semanas, antes de que Baptista, con sus seis goles en dos partidos, se colocara como tercer máximo goleador del equipo, antes de que La Bestia despertara.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad