C. A. R.. Enviado especial
DÜSSELDORF.-
El presidente de la Federación de Fútbol de Gibraltar, Joseph Núñez, lo intentó prácticamente todo, e incluso apeló al «derecho de los niños a jugar al fútbol», pero sobre él, los seis kilómetros cuadrados del Peñón y los casi 30.000 habitantes del territorio británico, pasaron ayer los estatutos de la UEFA como un tren expreso: «Todos los miembros deben de ser estados soberanos reconocidos como tales por la ONU».
Su homólogo español, Angel María Villar, se empleó a fondo en su turno antes de la votación. Recordó que la UEFA no es un espacio desde el que dirimir cuestiones de este calado y apeló a lo inapelable, de nuevo los requisitos para la admisión. Al final, 48 de los 52 asociaciones votaron en contra. El 92%, en contra de Gibraltar.
Villar, quien afirmó que él sería el primero en votar a favor «cuando Gibraltar sea reconocido como país», advirtió de que este asunto es algo que genera una gran sensibilidad política y social en España debido a un asunto surgido hace 300 años y del que el deporte tiene que alejarse mientras no sea resuelto. «Los problemas políticos que no nos vengan al fútbol, que los resuelvan los políticos, que para eso están», señaló el español, que ofreció el apoyo de su federación para desarrollar el fútbol en Gibraltar. Desde Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, expresó su satisfacción por la decisión de la UEFA y dijo que esta opción supone la «aplicación plena» de los estatutos de la UEFA.
Informe.
El 8 de enero de 1997 las autoridades de Gibraltar presentaron su solicitud de ingreso en la FIFA, que tras estudiar el caso lo transfirió a la UEFA. Dos años después, el Peñón fue invitado a presentar su candidatura. Un año más tarde, una comisión conjunta UEFA-FIFA visitó el territorio británico de ultramar y elaboró un informe con el que estalló una controversia jurídica. Gibraltar recurrió al Tribunal Europeo de Arbitraje Deportivo y por dos ocasiones exigió a la UEFA que le aceptase como miembro provisional.
El Comité no tuvo más remedio que otorgar ese estatus a la colonia el pasado 7 de diciembre. Pero en una resolución posterior independiente, la UEFA reconoció que «no tuvo más remedio» e insistió en que Gibraltar no cumple con los estatutos y recomendaba su rechazo en Alemania.
Por su parte, Montenegro, que logró la independencia de Serbia tras un referéndum en mayo, sí se convirtió en el miembro número 53 de la UEFA.
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