Caja Madrid da otro giro a su política empresarial. Concluido el plan estratégico, con el que la entidad ha engordado su cartera industrial y ha entrado en el club de entidades que ganan más de 1.000 millones anuales, se plantea ahora desinvertir en las empresas en cuyo capital está presente. Así lo admitió ayer el presidente de la institución, Miguel Blesa, partidario de que la caja se concentre en el negocio financiero ante el vuelco alcista de los tipos de interés, y de que ésta se expanda, fuera de las fronteras, gracias a los recursos obtenidos con la venta de las compañías cotizadas.
A diferencia de su rival, La Caixa, Caja Madrid descarta la constitución de un holding que agrupe sus participaciones y salga a Bolsa. Prefiere desprenderse en el mercado de los títulos «cuando sea necesario», en palabras de Blesa, que justificó el cambio de estrategia por la tendencia marcada por la banca. «¿Qué están haciendo los grandes? Están vendiendo sus carteras, logrando recursos para invertir en el negocio bancario», explicó el presidente de la entidad, en alusión a la salida del capital de las empresas del Santander o el BBVA.
Blesa, en cualquier caso, asegura no disponer de un calendario. Pero a la vista está su disposición a acudir a la OPA de E.ON sobre Endesa -posee el 9,92% de la eléctrica- y su interés porque Realia, participada al 50% por FCC, se estrene en el parqué antes de mayo. La intención de la caja es colocar en el mercado un 49% de la inmobiliaria, un porcentaje valorado hoy en 1.500 millones.
Con su anuncio, queda en el aire el futuro de la presencia de la entidad en Iberia (9,63%), Indra (9,92%) o NH Hoteles (10%); compañías que disparan las plusvalías latentes a 3.185 millones, de los que 2.300 corresponden a Endesa. En total, la entidad posee una cartera valorada en 4.600 millones, cuya venta entra en los planes de la caja a tenor de los objetivos fijados para un nuevo plan estratégico a cuatro años (2007-2010).
Más objetivos
A su término, la institución espera un resultado antes de impuestos de 8.600 millones. Una cifra a la que se acercará este año con creces, por el efecto que tendrá para la cuenta de resultados el impacto de los extraordinarios que logre si vende Endesa y el resto de participadas.
Blesa, que obtuvo el respaldo del consejo a su nuevo plan -ayer se dio un baño de multitudes ante 3.000 directivos de la caja congregados en el Palacio de Deportes de la capital- esquivó hacer comparaciones con La Caixa, pero insistió en que, al igual que su rival, busca oportunidades de compra en Europa del Este y en Latinoamérica, donde desea expandirse mediante la absorción de compañías hipotecarias de pequeño tamaño. «Las posibilidades de crecimiento orgánico en España son limitadas. No nos dejan comprar bancos... Es el proceso natural», dijo.
La entidad busca un millón de clientes nuevos con una red más amplia
Quiere Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, que la entidad capte, hasta 2010, un millón de clientes nuevos. Y que el negocio se incremente en 150.000 millones de euros, a la vez que la eficiencia, la morosidad y la solvencia de la institución no sólo no mejoren, sino que sus ratios se coloquen por encima de los del BBVA, Santander y La Caixa juntos. Son algunos de los objetivos fijados por el responsable de la entidad, que a pesar de admitir las «limitadas» posibilidades de crecimiento orgánico en España, arranca el ejercicio con el anuncio de la apertura de 300 oficinas más hasta 2010.
¿Y dónde pretende Blesa buscar ese millón de clientes? Pues en el sector empresarial, objetivo en el que sus rivales también se han fijado y sector, que si bien experimentó una tasa de crecimiento del 40% en 2006, desea que sustituya al 'boom' hipotecario -avanzó el año pasado un 28%- . Este segmento, junto con el de banca personal, son los que reforzará la caja con más plantilla -1.000 personas más-.
A la espera del resultado del plan, la entidad ganó el año pasado 1.033 millones, un 22,8% más que en 2005, por la buena marcha del crédito hipotecario y al consumo. Los recursos de Caja Madrid alcanzaron los 132.769 millones, un 24% más, y los dividendos anotaron a la cuenta 378 millones, lo que supone un incremento del 25%.