MERCEDES IBAIBARRIAGA. Especial para EL MUNDO
LA PAZ.-
La dimisión intempestiva del presidente de la petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el economista Juan Carlos Ortiz, y su sustitución por Manuel Morales Olivera, un ideólogo muy cercano al presidente Evo Morales, causó en la madrugada de ayer (hora española) «preocupación e inquietud» en los sectores petroleros y empresariales.
Ortiz, considerado un hombre dialogante y moderado, se encargó de firmar, en nombre de la petrolera estatal, los 44 nuevos contratos con las multinacionales petroleras (de los que una veintena corresponden a la española Repsol YPF y su filial Andina), el pasado noviembre. Morales le encomendó «refundar YPFB» y convertirla en una empresa estatal fuerte. Pero las grandes diferencias de criterio entre el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, y el propio Ortiz, estallaron ayer.
«Me voy porque tengo una visión de cómo debe ser la empresa, que no ha logrado ser comprendida. Yo fui invitado en un momento delicado, y no quiero que se viva otro momento delicado, porque eso hace daño al proceso de reestructuración del sector y de la empresa estatal», dijo crípticamente Ortiz en su renuncia. Fuentes del sector petrolero, consultadas por EL MUNDO, lo interpretaron así: «Ortiz tenía una visión de la petrolera estatal más moderna que política. No es [del Movimiento al Socialismo] de Morales, sino un convidado que facilitó el proceso. Los sectores más radicales del partido no confiaban en él».
Precisamente, la dimisión de Juan Carlos Ortiz era una de las peticiones de la ciudad de Camiri y la región del Chaco (productoras de gas y petróleo), que aún así, han anunciado bloqueo de caminos y paro indefinido «hasta que no se complete verdaderamente la nacionalización» prometida por Morales. Camiri, la antigua capital petrolera del país, reclama que la Gerencia Nacional de YPFB instale su sede allí, o si no exigirá «la reversión de algunos campos para que sean explotados por YPFB, y la nacionalización de las refinerías de petróleo en manos de Petrobrás». Entre la devolución de los campos exigida están tres yacimientos operados por Repsol YPF: los de Camiri, Guairui y Cambeiti.
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