El Ayuntamiento de Madrid lleva plantados, desde el pasado mes de noviembre, 85.013 árboles, que pertenecen a la tercera fase del Plan de Reforestación de la M-30. En total, ya se ha echado tierra sobre 187.000 troncos, incluyendo los 102.000 árboles que se transplantaron durante las dos primeras fases de este plan.
Este ritmo supone que, cada día laborable, en la capital, se plantan 2.351 árboles o, como explicó ayer el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, 100 ejemplares a la hora.
Estos árboles nuevos tienen que replantarse como compensación a los más de 13.000 que se talaron por las obras de la reforma de la circunvalación y según ordena una ley municipal que calcula la restitución del daño en función de la edad de los ejemplares caídos.
El Plan de Reforestación supone que, con esta última fase, la reparación de todas las talas de las excavadoras terminen de germinar en el mes de abril, llegando a 254.000 árboles nuevos (12 veces la masa arbórea del parque de El Retiro). Eso, sin contar con los troncos y arbustos que nacerán en los próximos meses para la creación de las zonas verdes que se van a liberar con el soterramiento de la circunvalación (ya están en pie 81.698 árboles y 274.482 arbustos)
El criterio que ha seguido el Consistorio para dar una ubicación a esta recompensa es ver en qué distritos de la capital hacía falta más masa arbórea. Así, el área más beneficiada con esta compensación es la Casa de Campo, que recibirá, de glope, 66.687 árboles nuevos.
En este caso, se ha decidido repoblar los 11 terrizos que se utilizaban mientras el pulmón verde de la capital estaba abierto al tráfico.
Además, se plantarán otros 15.190 en la Ciudad Universitaria y 23.780 más, en la Autónoma. El resto de ejemplares de esta tercera fase se repartirán en 12 distritos: Moncloa-Aravaca, Fuencarral, Villa de Vallecas, Carabanchel, Arganzuela, Villaverde, Puente de Vallecas, Latina, San Blas, Ciudad Lineal, Hortaleza y Chamartín.
Conservación
Los responsables del plan han elegido para pintar de verde la ciudad especies que sean autóctonas y que no mueran, por ejemplo, con los problemas de agua que se han producido este verano. Así se han plantado pinos piñoneros, pinos carrascos, encinas, moreras, almendros, almeces, fresnos y alcornoques, entre otros.
Y es que una de las dificultades que se ha visto en estas replantaciones es que no todos los árboles salen adelante. De hecho, uno de cada cuatro de los ejemplares que se pusieron en tierra en las dos primeras fases del plan no llegaron a echar raíces.
Por eso, la promesa del alcalde es «llevar a cabo un programa de conservación», con desbroces, podas y riegos, y «replantación» (de los 23.508 árboles que no salieron adelante el año pasado, se han restituido ya 18.454 troncos).
«Hasta ahora hemos plantado el 55,8% de los ejemplares y antes de abril serán los 152.288 previstos, que vigilaremos, conservaremos y, si hace falta, repondremos para que no se pierda uno solo de estos árboles», explicó ayer Ruiz-Gallardón, en la Ciudad Universitaria.
El Ayuntamiento de Madrid impuso, a través de los pliegos de adjudicación de las obras, que fueran las propias empresas que trabajan en la M-30 las que pagaran la plantación del patrimonio verde de compensación. Si no, hubieran sido las arcas municipales las que hubieran tenido que hacerse cargo del coste.