Pocos lo sabían, pero la fecha de su boda estaba muy cerca: se iba a celebrar el próximo 16 de febrero. Iba a ser la segunda vez que pasara por el altar Guadalupe Larriva González, ministra de Defensa ecuatoriana, fallecida en una accidente aéreo el pasado miércoles. Su prometido era Edgar Moncayo, médico y militante, como ella, del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE).
Fue su primer marido, Rodrigo Avila, un abogado fallecido hace ocho años, quien la introdujo en el movimiento socialista, cuando Larriva apenas contaba 20 años y recorría las calles, pancarta en mano, reclamando un mundo mejor. Entonces, no era más que una estudiante de Historia y Geografía de la Universidad de Cuenca, la ciudad ubicada al sur del país en la que nació hace medio siglo, en el seno de una familia de juristas.
Con el tiempo, Larriva llegó a ser la presidenta del PSE, puesto que ocupó hasta el pasado 15 de enero, cuando se convirtió en la primera mujer en la Historia del país en dirigir el Ministerio de Defensa. No ha durado más que nueve días en el cargo, tiempo en el que había planteado una reforma total de las Fuerzas Armadas, que incluía una mejora salarial de sus funcionarios, así como un mayor acercamiento entre lo militar y lo social.
La vinculación de esta maestra de vocación y catedrática de Geografía física, rural y política de Ecuador con el socialismo no la deslindó de otra de sus señas de identidad, ya que se consideraba una ferviente católica. Incluso le gustaba decir que Jesús fue el primer socialista. Larriva, de carácter sencillo y afable, hacía gala de dos principios morales: humanismo y justicia social. A la lista habría que añadir su marcado carácter feminista, que le llevó a reivindicar el papel de la mujer en distintos foros sociales, y su admiración por la revolución bolivariana, encarnada por el líder venezolano Hugo Chávez.
Su trampolín político fue, en cambio, la Unión Nacional de Educadores (UNE), que dirigió durante varios años. Completó su trayectoria profesional con la candidatura a la Alcaldía de Cuenca, al tiempo que ejerció de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Justicia y Deportes del Congreso. El mismo cargo lo ocupó en el Parlamento Latinoamericano.
Con su primer esposo, tuvo tres hijos. Con la pequeña, Claudia, de 17 años, vivía en Quito, ciudad a la que Larriva se trasladó tras convertirse en diputada por el PSE en la anterior legislatura. Claudia también decidió acompañarla en el aciago viaje en helicóptero del pasado miércoles, convirtiéndose en otra víctima mortal del accidente, junto a cinco militares más.
Guadalupe Larriva, ministra de Defensa ecuatoriana, nació el 28 de julio de 1956 en Cuenca (Ecuador) y falleció el 24 de enero de 2006 en Manta (Ecuador).