En cuanto a los grupos reticentes a la regulación del sector, pensamos que como últimamente viene siendo habitual en la clase política, estos actúan más de cara a la galería que por propias convicciones políticas, siendo la prostitución en boca de estos grupos, el causante de todos los males. En cambio, no se dan cuenta de que existen otras actividades, como por ejemplo las producciones pornográficas, donde se exhibe el sexo sin ningún pudor y donde los actores y actrices cobran por alquilar sus cuerpos ante una cámara. Otro ejemplo, sería el de los profesionales que practican el sexo en vivo y en directo en numerosas salas de toda España o, las propias modelos que se exhiben en revistas que son vendidas en los propios kioscos.

No queremos en ningún modo, criminalizar estas profesiones, pero si abrir los ojos a la sociedad en general de que la prostitución no va más allá de todas estas otras actividades que resultan cotidianas y, por supuesto, asumidas por todos.

Por consiguiente, no entendemos la postura del gobierno catalán de aparcar un tema tan importante para la sociedad y especialmente, para las miles de mujeres extranjeras que, a través de la prostitución, han podido escapar de situaciones verdaderamente difíciles en sus países, si bien las autoridades nacionales deberían de potenciar la lucha contra las mafias de tráfico de seres humanos, para evitar aquellos casos donde la prostitución es ejercida por la fuerza.

Dejando este tema en el cajón del olvido, desde luego, poco o nada van a solucionar, es más, sin duda alguna proliferará la actuación de estas bandas sin escrúpulos.

José Luis Roberto Navarro es secretario general técnico de ANELA