NACIO: Piacenza, 1934. En 1974 presentó su primera colección propia. INVENTO: La chaqueta desestructurada. Su firma produce 3.000 vestidos y trajes por temporada. Clientes: Richard Gere, Katie Holmes... FUTURO: Una fundación con su nombre para este 2007.
Giorgio Armani vive un momento de gloria como creador del mayor imperio de moda del mundo. Coincidiendo con su pasarela de alta costura, el diseñador italiano inauguró esta semana en París una espectacular boutique en la Avenue Montaigne, meca del lujo francés. Ha presentado nuevos productos de belleza, proyecta un spa en Milán y un hotel de seis estrellas en Dubai.
PREGUNTA.- ¿Y esa aparición de Cayetano Rivera Ordóñez en su desfile de Milán?
RESPUESTA.- Está con nosotros como imagen de una línea de ropa, pero al llegar a Milán se lo propusimos y aceptó encantado. Es una persona fantástica.
P.- ¿Lo suyo con el torero ha sido un flechazo?
R.- Hombre, no exactamente. Yo había visto reportajes suyos, pero aquella foto con el torso desnudo toreando en medio de la plaza me dejó impresionado por la belleza de la imagen. Y al conocerle después en Valencia, me gustó mucho su trato. Tiene esa elegancia que se nota desde lejos, es un hombre serio, tranquilo y al mismo tiempo humilde y sensible. Como debe ser el hombre de nuestros días.
P.- ¿Cómo se han tomado los italianos que su nuevo modelo sea matador de toros? En Italia no hay plazas.
R.- Me han preguntado si me he olvidado ya de los deportistas, Kaká es también imagen de la firma, pero nadie ha protestado, saben también que es sobrino de nuestra Lucía Bosé.
P.- Cayetano le servirá para el mercado de América Latina?
R.- Sí, por supuesto, también lo hemos pensado.
P.- A los 72 años, está usted en una forma increíble.
R.- Me cuido. Hago una hora y media de gimnasia al día y como poco, el secreto es comer poco. Sobre todo en la cena.
P.- ¿Recuerda por qué llegó tarde a la inauguración de su tienda de Barcelona?
R.- ¡Ah, sí! Porque me paré a tomar un pincho de tortilla, en un sitio estupendo, creo que se llama José Luis. La tortilla española me parece irresistible. Los huevos de Casa Lucio, también.
P.- Hace poco hablaba usted de retirada y tiene más trabajo que nunca.
R.- Si un proyecto lleva el nombre de Armani, yo no puedo dejar de cuidarlo al máximo, sigo siendo el responsable. Hay ofertas de compra interesantes, algunas me dejarían total libertad de creación. Algún día quizá acepte, por ahora no pienso en ello. ¡Soy todavía joven!