Domingo, 28 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6251.
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El Reina Sofía será el 'laboratorio' donde aplicar el 'Código de buenas prácticas'
Cultura y las asociaciones de profesionales del arte firmarán el acuerdo el próximo miércoles
ANTONIO LUCAS

MADRID.- La voz de alarma sonó el pasado 6 de abril de 2006: el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) presentó a la ministra de Cultura, Carmen Calvo, un documento en el que reclamaba, sobre todo, el reconocimiento profesional de los distintos agentes implicados en el mundo del arte contemporáneo y, más específicamente, independencia frente a las injerencias políticas.

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Titularon el texto (de carácter consultivo y no normativo) Código de buenas prácticas. A él se fueron sumando otros colectivos de profesionales como la Asociación de directores de Arte Contemporáneo (Adace), presidida por Yolanda Romero y que representa a más de 20 miembros; el Consorcio de galerías, con Soledad Lorenzo a la cabeza y más de 85 socios; la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte; el Consejo de Críticos, representado en esta ocasión por Mariano Navarro y formado por más de 40 miembros; y la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV), en nombre de la que ha negociado Florenci Guntín, con 3.500 creadores afiliados.

El primer encuentro entre los representantes con el interlocutor designado por Cultura, Carlos Alberdi, se realizó el pasado 8 de junio en la sede del Ministerio, y allí se fijaron los puntos básicos de la guía: estructuras de gestión más flexibles, reforma de los patronatos y procesos de selección de directores de museos y centros de arte a través de convocatorias abiertas, entre otros aspectos.

Sucesivos borradores se fueron manejando hasta llegar al texto definitivo, al que ha tenido acceso EL MUNDO, y que se firmará por parte de los actores implicados el próximo 31 de enero, momento en el que Cultura adquiere el compromiso de comenzar un plan de aplicación del documento. Y será de forma inmediata, con el museo Reina Sofía como primer objetivo, según dejó ver hace unos días la ministra Carmen Calvo en una entrevista: «En cuanto firmemos el documento se convocará el concurso internacional para la dirección del Reina Sofía». Tajante.

El nacimiento del acuerdo entre el ministerio y las asociaciones de profesionales implicadas coincide con el creciente malestar que provoca la desarbolada gestión de este museo, una sombra que pesa cada vez más en la legislatura de Carmen Calvo. De hecho, los puntos esenciales que recoge el documento aprobado ya por el ministerio -sólo a falta de la inminente firma- tienen en verdad un objetivo prioritario, rearticular la dirección y el patronato del centro madrileño antes de comenzar su transformación en ente público para gozar de un nuevo marco jurídico y administrativo, como consiguió el Museo del Prado en 2003.

Cultura no se ha atrevido a destituir a Ana Martínez de Aguilar, directora del Reina Sofía. «Carmen Calvo no quiere reconocer el error de este nombramiento», afirman fuentes del patronato. La ministra esperaba que la animadversión creciente por la gestión del centro forzase a Ana Martínez de Aguilar, la directora, a presentar la dimisión, pero no se ha dado la esperada marcha atrás. «Este documento es una estrategia para forzar de una manera menos escandalosa su cese», explican a este diario las mismas fuentes.

Un dato que los representantes de las asociaciones implicadas en la redacción del Código de buenas prácticas niegan, aunque parcialmente. «No es un documento lanzado para enmendar al Reina Sofía», dicen al unísono... «Pero es cierto que ese asunto es prioritario», rematan algunos.

En este sentido, el texto definitivo, que quedó ultimado el pasado 11 de diciembre, contempla entre sus propuestas dos puntos esenciales sobre los que se balancea la necesaria reordenación del paisaje de los numerosos museos de arte contemporáneo que han surgido en las dos últimas décadas: la urgente reforma de los patronatos y el sistema de elección de los directores de las instituciones. «Sobre todo después de las injerencias políticas que han sufrido el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Plamas; el museo Picasso de Barcelona; y el museo Patio Herreriano, entre otros. Si este código ha de servir para poner en orden el Reina Sofía, bienvenido sea», sostiene Florenci Guntín, representante de la UAAV. En este sentido, el Código de buenas prácticas apunta:

Selección del director.

La decisión de elegir a los directores es responsabilidad del patronato de cada museo y éste deberá elaborar y hacer pública una convocatoria en la que se detallarán los requisitos para el cargo y las condiciones del contrato. «Además, sin carácter vinculante, podrán invitar nominalmente al concurso a los profesionales que consideren apropiados (...). Es recomendable la forma de contratos suficientemente extensos que garanticen el desarrollo de un programa». Asimismo, la contratación de los directores será por un plazo de cinco años para desarrollar el programa por el que fueron escogidos. Y sólo el patronato tendría capacidad para la destitución o ampliación del periodo del reponsable de turno.

Patronatos.

Hasta ahora su coNformación tiene más que ver con ciertas deudas políticas que con las necesidades esenciales de los centros. Algo que da como resultado situaciones tan extravagantes como que en el órgano de gobierno del Reina Sofía no haya ni un historiador del arte. En este sentido, el Código propone que «la composición del patronato garantice la presencia de representantes de la Administración Pública titular (20-33%), de miembros de la sociedad civil (20-33%) y de expertos y científicos (33-50%)». Según afirma Mariano Navarro, en representación del Consejo de críticos: «Se intenta así proteger a los profesionales ante las decisiones políticas, tantas veces equivocadas. La ministra dice que hay que poner orden, pero lo hay que poner es sentido».

Asimismo, el PP ha pedido la comparecencia en el Congreso de Carmen Calvo para que explique el proyecto del Gobierno sobre el Reina Sofía. Ahora queda presentar el Código a los grupos parlamentarios y a las comunidades autónomas. De momento, vía libre para entrar en el Reina. Algo puede cambiar. ¿Se hará?

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