J. R.. Enviado especial
MANNHEIM.-
España y Croacia se enfrentarán esta tarde confundidas (16.15 horas, La 2). Nadie les garantiza que la victoria sea un premio. Quien se imponga terminará esta segunda fase como primera de la liguilla y se enfrentará en cuartos con el cuarto del otro grupo. ¿Premio o castigo? La dura pugna en el ala contraria del torneo hace que ambos equipos salten a la pista con dudas. Ambos quieren evitar en el cruce decisivo a Alemania y a Francia, que ayer se enfrentaron. Los anfitriones derrotaron a los campeones de Europa para apretar la clasificación.
Juan Carlos Pastor, en su riguroso plan de ahorro energético, pretende dar descanso hoy a hombres importantes, a pesar de estar la primera plaza en el aire. «Vamos avanzando en el juego, aunque nos queda por mejorar», dijo ayer el entrenador. La reacción de la imprevisible Croacia se desconoce. Los campeones olímpicos de Atenas es la única selección imbatida en el Mundial. Con Ivano Balic como guía, su rendimiento hoy es un misterio.
La selección tendrá que esperar hasta las 22.30 horas para saber qué destino coger, hacia Colonia o Hamburgo. La distancia geográfica es considerable, estando la segunda ciudad en el norte, a más de 500 kilómetros de Mannheim. Todos los cruces de cuartos dependen de Alemania, que siempre jugará en Colonia.
En caso de tener que desplazarse hasta Hamburgo, España dispondrá de un avión. Sin embargo, y ahí surge la mayor pega de desplazarse hasta el norte, es que si se superan los cuartos, la selección tendría que bajar en autobús hasta Colonia, sede de la lucha por las medallas. El miércoles debería cubrir los 500 kilómetros por carretera, sólo 24 horas antes de jugarse el pase a la final.
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