En declaraciones a Radio Nacional, López aseguró que este tipo de declaraciones son «absolutamente inocuas» en lo que se refiere a la actuación del Poder Judicial y ha explicado que su «mayor gravedad» estriba en que «quieren conducir y transformar esa disconformidad con un auto judicial utilizando el aparato de un Gobierno autonómico para producir la deslegitimación y la descalificación del Poder Judicial», algo «inadmisible en democracia».

También el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, acusó al Ejecutivo de Ibarretxe de «buscar la impunidad para determinados dirigentes nacionalistas» y recordó al lehendakari que «ni él ni nadie está por encima de las leyes». Barrio se refirió a la declaración del Gobierno autonómico y opinó que «el nacionalismo lleva muy mal la separación de poderes», informa Efe.

Para el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, cabe solicitar «sensatez a todo el mundo» ante «la situación política indeseable» a la que se ha llegado con la citación de Ibarretxe. El dirigente socialista aseguró que no comparte las «apreciaciones» del Gobierno vasco y le recordó que existen cauces legales suficientes como para no recurrir a actuaciones que «pongan a la judicatura bajo sospecha de los ciudadanos».

En el lado de los apoyos, se situaron ayer el presiente del PNV, Josu Jon Imaz, y el secretario de Organización de EA, Rafa Larreina. El primero expresó su respaldo a Ibarretxe y subrayó que la manifestación de mañana en Bilbao persigue, sobre todo, defender «la dignidad de las instituciones vascas».

Imaz habló durante la presentación de las candidaturas del PNV para las próximas elecciones. Esperó al final de su discurso para dar la espalda al auditorio, situarse cara a cara con Ibarretxe y expresarle en euskara su respaldo ante la causa penal. «Esto no es algo que hacemos en favor de tu defensa, lehendakari, ya que eso merece mucho más. Esto es algo que hacemos en favor de la dignidad de las instituciones vascas, de este pueblo y de nosotros».

Rafa Larreina, en un acto de su partido con el sacerdote irlandés Alec Reid, aseguró que la «deslegitimación» de la Justicia no está provocada por las críticas a sus actuaciones, sino por «una minoría del poder judicial que se presta a ser instrumento de interferencias políticas».