En un acto de la Fundación Gregorio Ordoñez, Aznar acusó anteayer al Gobierno de intentar sustituir el pacto antiterrorista por un acuerdo «de mínimos» para «mantener, a prueba de bombas, un proceso que reafirmará en ETA la idea de que matar y negociar son dos ingredientes que entran en la misma receta». También dijo que es «sólo cuestión de dosis y de tiempos que lo que hoy es un crimen pase a ser considerado un mero accidente».

El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, calificó de «miserables» las declaraciones y acusó a Aznar de «desprestigiar nuestro país». Garrido lamentó que el PP siga la línea marcada por el ex presidente del Gobierno, que consideró basada en una «política basura, una estrategia de acoso y derribo al Gobierno para impedir que se vea y valore lo que se ha hecho».

«Deje en paz a España»

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, criticó la «caradura» que demuestra la «derecha», que «sigue dirigiendo» Aznar, al que reprochó que censure ahora la política del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en la lucha contra el terrorismo cuando él «acercó presos al País Vasco y se sentó a negociar con ETA» tras el asesinato del popular Gregorio Ordóñez.

En un acto público en Sevilla con candidatos del PSOE-A a las próximas elecciones municipales, Blanco pidió a Aznar que «deje en paz a los españoles» y no se dedique a dar «cada día una lección de hipocresía». «En el homenaje a Gregorio Ordóñez», dijo, «le entregaron la medalla de oro de la Fundación, tiene gracia la cosa, y él dijo que el Gobierno de España en la lucha contra el terrorismo estaba cometiendo muchos errores. Él, que tras el asesinato de Gregorio Ordóñez, del matrimonio Jiménez Becerril y de Miguel Angel Blanco, llamó Movimiento Nacional de Liberación Vasco a la banda, excarceló, acercó presos al País Vasco y se sentó a negociar con ETA», proclamó el número dos del PSOE. Blanco censuró las «mentiras, hipocresía y auténtica caradura de la derecha» en relación con el terrorismo.

En su opinión, esta nueva aparición pública del ex presidente del Gobierno evidencia que «Aznar y el aznarismo siguen dirigiendo al PP», al que ve «cada día más radical, más rancio y más de derecha» de la mano de «Rajoy, Arenas y Acebes, que han devuelto al PP a la caverna».

«La sociedad española tiene una paciencia infinita, si no no podría soportar escuchar a Aznar o Acebes, el responsable del engaño masivo, que todos los días nos da sermones para olvidarse de lo que hizo cuando tenía responsabilidades de Gobierno», añadió el dirigente socialista.

Por su parte, Llamazares dijo que Aznar va más allá de la «confrontación y la desmesura» en la que, a su juicio, está instalado el PP, hasta alcanzar el punto de «esperpento de la política de crispación del PP».

El líder de IU lamentó que Aznar «no esgrima una autocrítica» de su gestión del conflicto vasco cuando estuvo al frente del Gobierno y aseguró que, «todavía hoy», los demócratas «están pagando» las consecuencias de su política antiterrorista. «El peor saldo del Gobierno del PP fue, sin duda, por un lado, el enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas y, por otro, la ilegalización de las ideas». «Estamos entre el tremendismo y la profecía», dijo en relación a la afirmación de Aznar de que el «pacto de mínimos» restará eficacia a la política antiterrorista.

El senador del PNV Iñaki Anasagasti tachó de «impropias» las palabras de Aznar, del que dijo que se ha convertido en un «hooligan de la extrema derecha». El senador nacionalista le acusó de «mentir» y de «estar colaborando con la ceremonia de la confusión». «Debería ser una persona referente para buscar la paz y no la guerra», aseguró.