DUBLIN.- El Sinn Fein, brazo político del IRA, debe afrontar hoy una de las más duras y trascendentes decisiones de su historia: aceptar o no el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), la misma fuerza que durante años (con el nombre de RUC) ha reprimido a los simpatizantes y miembros de esta fuerza política y del Ejército Republicano Irlandés.

El propio presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, ha considerado la jornada de hoy en Dublín, a la que están convocados 2.000 delegados del partido, un hito en la trayectoria de esta formación. «Hemos estado fuera de las estructuras policiales hasta ahora para fomentar un cambio profundo [en ellas]. Ahora es tiempo, creo, de que el Sinn Fein forme parte de la nueva policía y continúe logrando cambios», ha manifestado el líder republicano.

La aceptación del PSNI es un paso obligado para que, según la hoja de ruta marcada por los gobiernos de Londres y Dublín, se pueda restaurar la autonomía en Irlanda del Norte a partir del próximo 26 de marzo.

El pasado 13 de octubre, reunidas en la localidad escocesa de Saint Andrews, las fuerzas políticas norirlandesas, bajo el auspicio de Londres y Dublín, aceptaron las líneas dictadas para desbloquear el proceso de paz. El 7 de marzo se celebrarán las segundas elecciones legislativas -las primeras tuvieron lugar el 26 de noviembre de 2003- y tres semanas más tarde se devolvería la autonomía a las instituciones locales.

Un paso previo incuestionable para la vuelta a la normalidad es la aceptación por parte de los republicanos de las estructuras policiales. Su continuo rechazo ha provocado, hasta la fecha, que los unionistas del Partido Democrático del Ulster (DUP), liderado por el reverendo Ian Paisley, hayan encontrado una buena excusa para no compartir el poder con el Sinn Fein.

Duras negociaciones

Gerry Adams anunció a finales de diciembre que las negociaciones internas para reconocer la autoridad de la policía estaban siendo extremadamente duras y que las últimas semanas, hasta llegar a la gran conferencia de hoy, 10.000 republicanos habían mantenido «el más abierto y democrático de los debates» en torno a esta decisiva cuestión.

Un ejemplo de la tensión interna que se vive en las filas del republicanismo norirlandés es la reunión que hace 10 días mantuvieron en el Tower Hotel de Londonderry 400 miembros del partido. Allí rechazaron la aceptación del PSNI con el argumento de que «da legitimidad a la presencia británica en Irlanda».

Francie Mackey, ex miembro del Sinn Fein, dijo en ese encuentro celebrado el 18 de enero: «No es relevante si hay católicos o protestantes [en la policía], ellos están promulgando e imponiendo las leyes de una fuerza de ocupación en nuestro país». Lo que se debate, de forma muy sucinta, es si los católicos republicanos reconocen y acceden, tal y como defiende Adams, a los puestos de mando y al resto de la plantilla de un cuerpo históricamente enemigo del Sinn Fein y, por extensión, del Ejército Republicano Irlandés.

En el cónclave de Londonderry, Gerry McGeough, antiguo miembro del IRA, manifestó que en estos momentos «todo el movimiento republicano es un completo y absoluto caos. ¿En qué situación estamos? [En manos de] un líder inepto y chapucero. Mientras nosotros sufríamos, ellos ya estaban hablando con el enemigo y ocupándose de sus carreras políticas». «Estamos hartos. No reconocemos ninguna fuerza policial británica aquí, en Irlanda. Es totalmente inaceptable. El Sinn Fein ha perdido todo el derecho moral a representar a la gente republicana de Irlanda. Ellos deben ser y serán sustituidos», culminó McGeough.

Para sacar adelante la propuesta, Adams necesita que la apoyen dos tercios de los 46 delegados con derecho a voto. A estas alturas parece evidente que tendrá el respaldo necesario y que el proceso de paz en Irlanda del Norte volverá a ponerse en marcha tras las dificultades surgidas de las elecciones de 2003.

«Los republicanos irlandeses quieren, necesitan y desean una policía apropiada y responsable. Ya dije el 28 de diciembre que debemos dar un paso adelante. El Sinn Fein debe tomar la valiente e histórica decisión de apoyar a la policía. Si lo hacemos, tendremos, por primera vez, la posibilidad de implicarnos como republicanos en las estructuras policiales», ha declarado en los últimos días Gerry Adams. Las propuestas que se presentarán hoy en Dublín incluirán el apoyo al PSNI, al sistema de Justicia, designar a los representantes pertinentes tanto en los cuadros de mando como en las estructuras inferiores... Para Adams, «la iniciativa del Sinn Fein es parte de la determinación de avanzar sobre todos los problemas hacia la unidad e independencia de Irlanda. Es parte de un proceso de cambio, en el cual nos estamos moviendo en este tiempo de transición en nuestra isla».

Compartir el poder

El primer ministro británico, Tony Blair, y el premier irlandés, Bertie Ahern, han considerado que el apoyo del Sinn Fein al Servicio de Policía de Irlanda del Norte es «fundamental» para que el DUP comparta el poder cuando se devuelva la autonomía el 26 de marzo próximo.

En un ambiente de cierto optimismo contenido, el ministro británico para Irlanda del Norte, ha manifestado hace un par de semanas: «La realidad es que por primera vez en la complicada historia de Irlanda del Norte cada uno está diciendo que está de acuerdo en compartir el poder con el otro».

«Los unionistas sostienen que tienen la voluntad de compartir el poder con el Sinn Fein, Ian Paisley dice que está dispuesto a aceptar la nominación como primer ministro el 26 de marzo con Martin McGuinness [mano derecha de Adams] como su segundo. Por primera vez el Sinn Fein declara que está dispuesto a apoyar a la policía», ha añadido el máximo responsable del Gabinete de Blair para Irlanda del Norte.

El martes, Hain envió un escrito a los líderes de los partidos norirlandeses remarcando que el Gobierno no retrasará las fechas marcadas -7 y 27 de marzo- para las elecciones y la devolución de la autonomía. «Es evidente que hay voces disidentes dentro del DUP y del Sinn Fein», ha reconocido. «Es inevitable que en este momento decisivo haya personas que digan que esto no va con ellos. Quizá lo hagan aquellos que, en el caso de miembros del Sinn Fein, nunca apoyaron la policía ni el sistema legal o que nunca estuvieron de acuerdo en compartir el poder, en el caso del DUP», culminó Hain.

Ayer, en España, el sacerdote irlandés Alec Reid, dijo que está seguro de que el Sinn Fein dará hoy su respaldo al Servicio de Policía, «lo que pondrá fin a un conflicto que dura 800 años, porque esto es lo último que quedaba por resolver». Si es así, se dará la paradoja de que independentistas que durante decenas de años, han combatido a la policía, podrán ingresar en ese cuerpo y formar parte de las élites de mando.