Esta amenaza se produce en un momento clave para los republicanos, que hoy debaten si aceptan o no el Servicio de Policía de Irlanda del Norte, visto, hasta ahora, como una fuerza represora al servicio de Londres. «El Sinn Fein se toma estas amenazas en serio», ha dicho McGuinness. «Durante los últimos 30 años, los integrantes y representantes del partido han sido asesinados o atacados por todos aquéllos que han apoyado al sistema británico y a sus acólitos». Tras conocerse las amenazas, el 'número dos' del Sinn Fein dijo que su partido las combatirá «con discusión y debate», al tiempo que consideró «bastante irónico» que disidentes irlandeses amenacen a alguien que lleva toda su vida combatiendo las reglas marcadas por los británicos».