Se calzó las zapatillas de ballet clásico a los siete años de edad, en 1948, y dejó de usarlas en 1992, cuando se retiró de la escena. Josefina Méndez pertenecía a la exclusiva nómina de las reinas de la danza mundial. Su fama estaba asociada a la de ser una de las cuatro Joyas del Ballet Nacional de Cuba, junto a Loipa Araújo, Aurora Bosch y Mirta Plá.
Josefina Méndez inició su aprendizaje en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro Arte Musical, pero su talento se desarrolló cuando ingresó, en 1955, en la Academia de Ballet Alicia Alonso y en el Ballet de Cuba, fundado en 1948. Junto a la afamada bailarina Alicia Alonso y los maestros Fernando Alonso, León Fokine y José Parés, entre otros, la joven Josefina Méndez comenzó a labrar su exitosa carrera en la escena, actuando en países como Alemania, Francia, México y Estados Unidos.
El Ballet Nacional de Cuba (BNC), a partir del triunfo de la revolución de 1959, pasó a ser la más emblemática institución de la cultura nacional. La apertura de escuelas de arte abrió la posibilidad de expandir la enseñanza del ballet por toda la isla. Josefina Méndez, desde entonces, simultaneó su carrera en la escena con la labor como maitre y profesora de las nuevas generaciones de bailarines.
En 1962 obtuvo el rango de primera bailarina del BNC y su nombre está asociado a los grandes éxitos internacionales alcanzados por la danza cubana en las décadas de los 60, 70, 80 y 90 del pasado siglo. En esa extensa lista está su interpretación, en el año 1979, del clásico El lago de los cisnes, en el Metropolitan Opera House de Nueva York.
Entre sus distinciones y premios alcanzados están las medallas de bronce y plata en el Concurso de Varna (1964-65), el Premio Estrella de Oro (París, 1970), el Premio Internacional del Arte Sagitario de Oro (Italia, 1976), la Medalla del Consejo Brasileño de la Danza (1987), la Distinción Por la Cultura Nacional (1981), la Medalla Alejo Carpentier (1984), el Premio Anual del Gran Teatro de La Habana (1992), la Orden Félix Varela (1999), entre otras.
Artista invitada en diversas compañías del mundo, era considerada como una bailarina en la que coexistían perfeccionismo, humor, ironía y una sobriedad casi trágica, que le permitieron representar personajes muy disímiles, como la Lisette de La fille mal gardée, la Swanilda de Coppélia o la Madame Taglioni del Grand pas de quatre. Coreógrafos cubanos y extranjeros crearon para ella 34 estrenos mundiales.
Después de retirarse como bailarina en 1992, se mantuvo trabajando en la formación de nuevos bailarines y en el montaje de nuevos repertorios. Falleció el pasado viernes, a los 65 años de edad. Su féretro fue colocado en el Gran Teatro de La Habana y su sepelio tuvo lugar ayer.
Josefina Méndez, bailarina cubana, nació el 8 de marzo de 1941 en La Habana, ciudad donde falleció el 26 de enero de 2007.