PAMESA VALENCIA 65
WINTERTHUR BARÇA 74
CFUENTE DE SAN LUIS. 7.500 ESPECTADORES.
Avdalovic (15) Douglas (9) Timinskas (8) Garcés (8) Miralles (6) Oliver (10) Stefansson. (0) Mujezinovic (7) Chiacig (2) Luengo (-) s.c.
Lakovic (7) Navarro (22) De La Fuente (5) Trías(11) Marconato (12) Basile (2) Kakiouzis (8) Vázquez (0) Ukic (4) Grimau (2) .
Arbitros: Pizarro, Perea, Rosado Descalificados: No hubo
VALENCIA.- El Pamesa lo intentó, luchó hasta la extenuación y peleó en cada acción, pero cedió al final ante un Barça que desplegó todo su talento en el tramo final, justo cuando parecía que se podía llegar a un final de infarto. No fue así. Los azulgrana siempre mandaron en el marcador, sin alardes pero con autoridad, aunque un exceso de relajación a punto estuvo de salirle caro.
Primero se dejó remontar una diferencia de diez puntos en los compases iniciales del tercer cuarto. Pronto, eso sí, abortó la reacción local gracias a la aportación de Navarro, que fue de menos a más a lo largo del partido. El escolta catalán, «el mejor de Europa en su puesto» según Katsikaris, es de esos jugadores que te mata de forma sigilosa.
Lo demostró en el tercer periodo, atajando en seco la reacción del Pamesa, y después en los minutos finales, cuando de nuevo los locales se metieron en el partido.
Ambos conjuntos quisieron imponer su ritmo casi desde el inicio, saliendo al contraataque tras robo de balón siempre que era posible.Con pocos ataques estáticos y elaborados, el juego de perímetro brillaba por su ausencia y ambos equipos, cuando no les era posible correr, volcaban el juego sobre los hombres interiores.
Fue enchufarse Navarro al partido y empezar su equipo empezar a marcar diferencias (30-40 en el minuto 18). Se asoció con Kakiouzis y Trias para impartir una lección de cómo se debe jugar el bloqueo y continuación. Bien desbordaba a su defensor para anotar aprovechando el bloqueo, bien asistía al pívot, que se descolgaba a la línea de tres para lanzar sin oposición.
Pero los locales no se iban a rendir tan fácilmente. Tras la reanudación salieron envalentonados en busca de la remontada.Aumentó la intensidad y mejoró la lectura defensiva, lo que propició contraataques con canasta rápida. El Barça, fruto de la relajación, se empecinó en darle vida al Pamesa. Hasta siete minutos estuvo sin anotar una sola canasta, circunstancia que fue aprovechada por el Pamesa para colocarse a tres puntos. Fallaron los locales en ataques que parecían claros, concesión que no se le puede hacer al Barça. Y quién si no, ese genio llamado Navarro, sentenció el partido y permitió que su equipo sumara su quinta victoria consecutiva en la ACB.