BARCELONA 3
CELTA 1
CAMP NOU. 68.000 ESPECTADORES.
Valdés
Zambrotta
Oleguer
Puyol
Gio
Edmilson
Xavi
Deco
Iniesta
Saviola
Ronaldinho
Cambios: Giuly por Edmilson (min. 69)
Gudjohnsen por Saviola (min. 83) s.c. Motta por Iniesta (min. 90) s.c.
Pinto
Angel
Tamas
Lequi
Placente
Pablo García
Oubiña
Gustavo López
Canobbio
Nené
Baiano
Cambios: Guayre por Canobbio (min. 66)
Núñez por Gustavo López (min. 72) .
Jonathan por Nené (min. 83) s.c.
Arbitro: Delgado Ferreiro
Tarjetas amarillas: Pablo García, Lequi (2), Saviola, Placente, Baiano y Tamas.
Tarjetas rojas: Fernando Vázquez (min. 79) y Lequi (min. 88).
Goles: 1-0: Saviola (min. 33). 1-1: Nené, de penalti (min. 66). 2-1: Ronaldinho, de penalti (min. 77). 3-1: Giuly (min. 85).
BARCELONA.- Reprocharle algo al Barcelona sería un acto de lo más irresponsable. El equipo de Rijkaard no sólo se mantiene impasible en la cabeza de la Liga, algo que a veces no parece ser suficiente. A falta de un juego que acelere el ritmo cardiaco, los azulgrana han recuperado esa motivación de la que tanto habían adolecido en las útimas jornadas. La calamitosa actuación del colegiado -regaló a cada equipo un penalti- no debería esconder el tranquilo despertar de un Barcelona que, pese a la apurada recta final, nunca dio la impresión de poder claudicar ante un inocentón Celta.
Si algo le recriminaba la afición del Camp Nou al Barcelona era su gesto mortecino, su parsimonia en las últimas refriegas. Si el espectador pasa por caja espera, al menos, que los protagonistas de la contienda se dejen el hígado. Así que ayer la parroquia barcelonista volvió a proteger sus labios con la bufanda y el silencio reencontró su habitual protagonismo. Los azulgrana no desarrollaron un juego espectacular. Ni mucho menos. Pero sí que se apreciaron síntomas de mejoría reflejados en la renovada motivación, agresividad y actitud de los futbolistas del Barcelona.
El líder de Primera salió al terreno de juego dispuesto a recuperar parte de su credibilidad, así que retomó la lectura de su añorado libro de estilo para que el partido se desarrollara únicamente en terreno rival. Deco volvió a morder al contrincante con las malas pulgas de antaño. Buena señal. Aunque en la recuperación del cuero ayudaron ayer todos. Desde un fenomenal Xavi, pasando por Iniesta, que ayer jugó con destreza partiendo desde el extremo diestro, hasta el mismísimo Ronaldinho que, exigido por Angel, corrió mucho más que de costumbre.
El brasileño no está fino, de eso no hay duda. Pero, tal y como clamó Rijkaard en la víspera, siempre interviene en las jugadas de peligro de su equipo. Estorbó lo suficiente a su par para que en la jugada del primer gol azulgrana el defensor céltico prolongara hacia Gio un gran desplazamiento de Xavi. El lateral holandés, que hizo su mejor partido de los dos últimos años -intervino en los tres tantos de su equipo-, centró con extrema precisión y al primer toque desde la línea de fondo. Saviola, solo en el interior del área y ante el absentismo laboral de Lequi, suspendió su cuerpecillo en el aire para inaugurar el marcador de gran testarazo. Cinco goles para elConejo en esta Liga, 12 contabilizando todas las competiciones. Guarismos que dejan más abandonado que nunca a Gudjohnsen, que cambiará el banquillo por la grada cuando Eto'o se reincorpore al equipo.
Hasta que llegó el gol, sólo una volea de Xavi tras una tijera de Saviola había inquietado a Pinto. El Celta vive en calma cuando no tiene que llevar la iniciativa en el juego. Quizás por eso, los vigueses han ganado los mismos partidos fuera de casa que el Barcelona (cuatro), con sonadas victorias en el Bernabéu o en Riazor.
Ya en la segunda parte y visto que el Celta no lo tenía todo perdido, Fernando Vázquez decidió sentar a un desconocido Canobbio por Guayre. La consigna era clara. Se acababa aquello de esperar en campo propio para probar el asalto a la yugular azulgrana. El Barça titubeó unos minutos y el Celta lo aprovechó para lograr el empate en su primera aproximación con peligro de todo el partido. Aunque buena culpa de ello la tuvo un desafortunadísimo Delgado Ferreiro, colegiado debutante esta temporada en Primera División. El árbitro entendió que entre Gio y Oleguer derribaron a Angel en el interior del área, cuando fueron los defensores azulgrana los que chocaron entre sí. Antes de que Nené aprovechara la golosina arbitral, Angel intentaba sin éxito esconder una sonrisa.
Delgado no tuvo suficiente, y 10 minutos después, atendiendo a la maldita ley de la compensación,recompensó al Barcelona con un penalti del todo sonrojante. El central Tamas plantó un pie un palmo fuera del área y Gio aprovechó la tesitura para desvanecerse con gracia. De poco iban a servir ya las protestas de los gallegos ante lo efímera de su buena ventura. Fernando Vázquez bramó, una vez más, y acabó expulsado instantes después de que Ronaldinho convirtiera la pena máxima. Giuly, después de un robo de balón de Gio y una gran asistencia de Deco, mataba el partido a cinco minutos del ocaso. Un final demasiado turbio para un Barcelona que, esta vez sí, mostró síntomas de recuperación.