Ramón Calderón y Pedja Mijatovic llevan tratando este asunto desde que decidieron deshacerse de Ronaldo. Si hoy no hay marcha atrás, el brasileño será vendido al Milan. Adriano Galiani, consejero delegado del club lombardo, se reunirá esta tarde con el presidente madridista para cerrar el acuerdo. El Milan ha apalabrado un precio de seis millones de euros, aunque el Madrid desea un millón más.

Con ese dinero y con otros cuantos millones que saquen de la ya machacada caja de fondos, el Madrid podría lanzarse a la compra desesperada de un nuevo delantero centro (el miércoles se cierra el plazo); algo así como una oportunidad invernal. Como en todas estas ocasiones, hay una lista de nombres que parte desde el propio club y otra paralela, de la que se encarga la prensa deportiva. Así, la nómina alcanza un perfil casi surrealista: Shevchenko (por aquello de que está tieso en el Chelsea -ayer marcó en Copa ante el Nottingham Forest), Oliveira, Gilardino (en el Milan, sin olfato y con menos hueco con la llegada de Ronaldo), Huntelaar (goleador del Ajax)...

Raúl.

El asunto es que Fabio Capello está comprobando cómo el felizmente casado y disciplinado Van Nistelrooy le proporciona muy poco. Las últimas actuaciones del holandés han sido tan desastrosas que el técnico medita su suplencia para cuando ya esté de regreso Raúl, sobre el que volverá a recaer, seguro, toda la responsabilidad.

Y a todo esto, Cassano sigue en el paro forzoso. En este sentido, en la directiva del Calderón, empezando por el propio presidente, no verían con malos ojos un armisticio de Capello no sólo con el delantero italiano, sino también con Beckham. Eso sí, parece poco probable que el estado de ánimo de estos dos apestados pueda arreglarle ya mucho las cosas al equipo.

Lo menos malo para el Madrid es que el próximo rival no provoca en principio demasiados miedos; en realidad, ninguno: el Levante, en el fondo de la tabla. Ese domingo ya estarán recuperados Guti, Raúl y Emerson, aunque este último no haga demasiada ilusión.