J. R.
Un gol de Koksharov en el último segundo metió a Rusia en cuartos y dejó a Hungría fuera del Mundial. La acción fue un latigazo para todo el torneo, también para España, que se vio de repente ubicada en el camino de Alemania, al entrar en la siguiente fase como tercera y no como cuarta, posición que le correspondía en el caso de que los magiares hubieran ganado. Ser cuartos ponía a Polonia enfrente, rival ahora de Rusia.
«Todo está muy desequilibrado», lamentaba Pastor ayer. Las dos sedes que acogen las semifinales, Colonia y Hamburgo, tienen una terna muy distinta. En la primera ciudad, Alemania, España, Croacia y Francia buscarán dos plazas en semifinales, mientras que en el norte del país, Polonia, Rusia, Dinamarca e Islandia se repartirán el otro par de billetes que llevan a la lucha por las medallas.
El próximo fin de semana, alguna selección no prevista asomará por el palco de torneo, mientras que las favoritos tendrán mañana que eliminarse entre sí. «No podemos obsesionarnos. Hay que ganar a cualquiera para ser campeones. Tenemos la suficiente madurez como para poder medirnos a Alemania», sostiene el seleccionador.
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