Iban Mayo (1977, Igorre) ya tiene esa pinta de ciclista con unos cuantos entrenamientos encima, ese color moreno de invierno, la cara curtida por el viento frío de diciembre y de principios de enero. El corredor vizcaíno se entrena en Estepona, donde su nuevo equipo, el Saunier Duval, ha iniciado la pretemporada. Todo le ha cambiado a Iban Mayo. Hasta el color del maillot. Todavía extraña verle de amarillo.
Pregunta.- Es todo nuevo para usted, diferente, ¿cómo se lo está tomando?
Respuesta.- Bien. Cambia todo, sí. Nuevos compañeros, equipo, colores, ilusiones...
P.- ¿Todo de verdad?
R.- Hombre, al final los objetivos pueden ser parecidos. Lo importante es ganar, pero las carreras son iguales en un equipo o en otro.
P.- ¿Y qué cambia respecto a su antiguo equipo, el Euskaltel?
R.- Que el trato es muy diferente, más cercano, tanto con el director como con los auxiliares y las otras personas que forman parte del equipo. Tratan a todos por igual. El ambiente es bueno y confían en tí al 100%. Están muy pendientes de ti. Te dejan trabajar más libre aunque te tienen bien controlado en lo que haces. Hacen que te sientas a gusto.
P.- ¿Qué más diferencias ha detectado?
R.- Es una manera diferente de actuar. Se trata de andar en bicicleta, como en todos los equipos, pero allí había unas normas y aquí otras. Lo que allí era importante, en el Saunier Duval no lo es tanto, aquí se preocupan de andar en bici y no de tantos detalles pequeños.
P.- ¿Le costó dar el paso?
R.- Después de siete años en un equipo sí que cuesta, pero no me arrepiento de haber cambiado. Ya veía que en el Euskaltel no había demasiado interés en que siguiera y así no podía seguir.
P.- Con tanto trajín debe de estar deseando que comience la campaña.
R.- Sí, tengo la ilusión totalmente renovada y me gustaría empezar a correr y disfrutar con la bicicleta, coger más confianza. Es lo que me pide Matxin [el director del equipo], que me lo pase bien corriendo.
P.- ¿Tiene alguna idea de lo que quiere hacer este año?
R.- El plan es volver a estar lo mejor posible, y volver a ganar. A lo largo de mi carrera, cuando he estado bien, he ganado. Si estoy en un buen momento, puedo conseguir triunfos.
P.- Este año corre el Giro, una novedad deseada por usted.
P.- La idea de correrlo fue de Matxin. En el Giro, Simoni será el líder y quiere que yo vaya a ayudarle para que yo no tenga la cabeza siempre en el Tour. Lo que quiere Matxin es que yo esté más relajado y luego afronte el Tour de otra manera.
P.- ¿Qué puede decir del Tour?
R.- Que sólo tiene un secreto: estar bien y andar. ¿Que si es primordial para mí? Sí en el sentido de que me gusta correrlo. El objetivo es volver a sentir las mismas sensaciones que en 2003 y que no sea tan malo como los últimos años.
P.- ¿Ése es su reto?
R.- Es que una vez que has ido y has andado bien, quieres repetir, y si no, te llevas palos muy duros. Mi ilusión es volver para dar otra imagen, verme yo mismo de otra manera.
P.- El año pasado se derrumbó.
R.- Después del Tour lo pasé muy mal, el mundo se me vino encima. Tenía obsesión por el Tour. No me salió bien y casi no quería saber nada de la bicicleta, pero todo eso ha pasado y debo tirar hacia adelante. Habrá otras oportunidades.
P.- ¿Se ha desprendido, entonces, de la carga que llevaba encima?
R.- No te queda otro remedio. Si sigues con el peso, te acabas hundiendo. Lo que debo hacer es intentar que no ocurra lo mismo.
P.- ¿Descarta la clasificación general en alguna de las grandes?
R.- En un Tour es muy complicado. Se puede estar entre los 10 primeros si vas muy bien, pero prefiero ganar una etapa que acabar quinto.
P.- En fin, ¿cuál es su ilusión?
R.- Una victoria en una vuelta grande, y en el Tour mejor que en otro sitio.