Mientras el temporal de frío ha provocado un récord de consumo de gas en España, los asistentes al Foro Económico Mundial abandonaron ayer la localidad suiza de Davos sin disipar el miedo al gigante energético Gazprom. Este grupo ruso, controlado por el Gobierno de Vladimir Putin, tiene una llave creciente de la luz y de la calefacción de Europa central y oriental y, si logra una alianza con Argelia, también influirá decisivamente en la de España.
«Hay un peligro real de cartel de Rusia y Argelia, así que el presidente del Gobierno español debe, entre otras medidas, reactivar cuanto antes el programa nuclear», declaró a EL MUNDO Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía(AIE). Birol dirige los estudios de este organismo vinculado a la OCDE, considerados los más completos del mundo en el sector energético. El turco Birol es un gurú habitual en las reuniones de Davos.
En su opinión, «los contactos entre Rusia, Argelia y otros países para organizar una OPEP del gas debe producir profunda preocupación a los países consumidores, especialmente a los que, como España, son claramente más dependientes del exterior que otros».
El acercamiento de Gazprom con el grupo estatal argelino Sonatrach, confirmado por el vicepresidente ejecutivo del gigante ruso, Alexander Medvedev, en Davos, es uno de los proyectos que más temor producen en la Unión Europea. Para Birol, «si se concreta el cartel, tendrá un impacto serio y muy negativo en los mercados del gas, en los precios del gas y, por tanto, en la seguridad del suministro».
¿Qué debe hacer el Gobierno español ante esta situación? Según el experto de la AIE es muy importante la reactivación del programa nuclear. El propio Zapatero descartó hace dos semanas dar un nuevo impulso al programa nuclear y el ministro de Industria, Joan Clos, declaró el pasado lunes que «no existirá consenso popular y democrático para la energía nuclear antes de diez años».
«Por supuesto, corresponde a los Gobiernos tomar las decisiones que crean oportunas sobre sus fuentes de energía, pero España necesita más que otros la energía nuclear», replica el experto de la AIE. «Necesita autoabastecerse más para garantizar la seguridad del suministro y, además, precisa de fuentes limpias porque no está cumpliendo el protocolo de Kioto. La energía nuclear no produce emisiones de dióxido de carbono», agrega.
Zapatero se ha proclamado «el más antinuclear del Gobierno» y sostiene que, además, no está claro que el coste de la energía nuclear sea asequible por el problema del almacenamiento de los residuos. «Todos nuestros estudios muestran que la energía nuclear es más barata que el gas. Incluso si los precios del gas bajaran, seguiría siendo más asequible», afirma Birol. En Davos se han manejado fórmulas alternativas al entierro de residuos nucleares para que no sea necesario un almacenamiento tan largo.
En opinión de Birol, el Gobierno español debe además tomar dos medidas: mejorar la eficiencia energética, especialmente en el consumo de combustible en el transporte, y apostar más por las renovables, especialmente por la eólica. Zapatero sí ha mostrado interés en ambos campos.
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, también resaltó en Davos su temor al cartel ruso-argelino. «Rusia aporta el 25% del suministro de gas a la UE y Argelia, el 10%. Prefiero que siga así, en vez de recibir el 35% de una sola entidad. Vamos a seguir muy de cerca los contactos entre Gazprom y Sonatrach», afirmó.