JAVIER GALLEGO
MADRID.-
El proceso de fusiones de mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que impulsó el Ministerio de Trabajo hace aproximadamente medio año comienza a dar sus frutos con la creación de una agrupación de interés económico denominada Agrupación Intermutual, que se convertirá en la tercera entidad de España por detrás de Fremap y Asepeyo.
Este nuevo grupo, integrado por Unión de Mutuas, Mutua Gallega, Mutua Balear y Mutua Zaragoza, aunará los recursos y sinergias de las cuatro entidades aunque, eso sí, respetará la especialización territorial e identidad propia de cada una. La nueva formación contará con un volumen de ingresos superiores a los 600 millones de euros y agrupará a más de 500.000 empresas que emplean a 1,5 millones de trabajadores. Este proceso supone un paso más del plan del Gobierno de pasar de 25 mutuas de trabajo -que engloban a 26.148 trabajadores en 1.075 centros- a menos de una decena en un plazo inferior a cinco años.
El director gerente de Unión de Mutuas, Juan Enrique Blasco, destaca las posibilidades que la nueva agrupación abrirá al campo de la investigación y los servicios: «Queremos acometer tres o cuatro proyectos cada año, como programas de formación y creación de laboratorios, que individualmente nos sería imposible realizar», explica.
Con esta unión se creará también una red asistencial que se extenderá por toda la península y abarcará a un extenso grupo de sectores laborales. Además esta alianza, en palabras de Blasco, «también permitirá optimizar recursos y reducir costes, como ocurre en cualquier alianza global». A la espera de obtener la aprobación definitiva del Ministerio de Trabajo, las cuatro mutuas ya han comenzado a trabajar en un programa informático y en la creación de una central de compras que reducirá sensiblemente los gastos.
«Los pasos que se están dando en las mutuas de trabajo más pequeñas van en la línea de la propuesta que se hizo desde el Gobierno y que se refiere a una cuestión de eficiencia y eficacia, como ya se demostró en los procesos de fusiones de los años 80», explican desde la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
Integraciones
En este paso se encuentran algunas mutuas regionales. En el País Vasco, por ejemplo, Mutualia (Vizcaya) se ha fusionado con La Previsora (Alava), y en Valencia ya se ha hecho efectiva la fusión entre Muvale y la madrileña UMI, ahora Umivale. El segundo paso que propone el departamento que dirige Jesús Caldera, más difícil por los conflictos territoriales que puedan originarse, sería impulsar la agrupación de grandes mutuas con otras ya fusionadas anteriormente.
Desde Mutualia opinan que esta segunda fase entraña más problemas, ya que «tradicionalmente las mutuas se han segmentado en núcleos de población específicos y no sería un paso fácil entrar en regiones y mercados que hasta el momento se desconocen».
La intención del Gobierno tiene el respaldo de diferentes agentes del sector, que ven en esta suma de alianzas «un mayor control sobre las mutuas y una capacidad de trabajo acorde a una economía cada vez más global», como opina Miguel Angel Montalvo, director del Control de Gestión de Fremap, la mutua de trabajo de Mapfre. A su juicio, lo que el Ministerio pretende es «concentrar un sector que tradicionalmente ha estado muy disperso para hacerlo mucho más solvente y capaz de prestar mejores servicios». En cualquier caso, Montalvo niega que Fremap vaya a entrar en este proceso: «Nosotros ya hemos crecido mucho gracias a ocho absorciones y sólo haríamos alguna más si el Ministerio de Trabajo nos lo pidiese». Tanto esta mutua como Asepeyo, perteneciente a Catalana Occidente, son un ejemplo de un modelo más comercial en el que una gran compañía aseguradora forma su división de mutua de trabajo.
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