O. T.
VITORIA. - La Audiencia Nacional solicitó ayer a la Ertzaintza que le remita las diligencias incoadas a raíz del ataque, acaecido en la tarde del sábado, en la tumba del que fuera parlamentario vasco del PP Gregorio Ordóñez. Según informó el Departamento de Interior, las 11 personas relacionadas con este ataque, entre ellos ocho menores, serán imputadas por terrorismo.
El ataque culminó con la identificación por parte de la Ertzaintza de ocho menores, acusados de ocasionar destrozos en los ornamentos florales depositados sobre la tumba, mientras que otros tres adultos, de entre 20 y 21 años de edad, fueron identificados ayer también como participantes en los hechos.
Según el atestado elaborado por los investigadores policiales, los tres adultos habrían sido los autores de los incidentes de orden público que tuvieron lugar a primera hora de la tarde del sábado en Egia, con el cruce de varios contenedores en la vía pública. Supuestamente, la intención de estos tres jóvenes era atraer la atención de la Ertzaintza mientras los menores perpetraban el ataque en el cementerio de Polloe.
El PP del País Vasco responsabilizó ayer del ataque contra la tumba de Gregorio Ordóñez al «entorno de Batasuna», al que acusó de dirigir atentados de extrema violencia en Euskadi y de «manipular a un grupo de menores para, además de sembrar el terror, echar por tierra los valores éticos y morales más básicos».
«Este ataque cobarde y miserable pone de manifiesto que la figura de Gregorio Ordóñez sigue manteniendo plena vigencia después de 12 años como símbolo y baluarte de la libertad. Es una figura que aún les supera y, por ello, tratan de mancillar su memoria y los valores que representa», señaló Carmelo Barrio, secretario general del PP vasco.
Barrio también condenó los dos ataques de violencia callejera que tuvieron lugar en la noche del sábado al domingo en las localidades de Azpeitia y Sopelana. En la primera, a las 23.15 horas, dos encapuchados rociaron con líquido inflamable y prendieron fuego a un cajero automático del Banco Basconia, en la plaza Txikia. En Sopelana, el objetivo de los violentos fue un cajero de la BBK.
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