Jorge García
Más leña al fuego de la sociedad del miedo y el consumo. La actitud de algunas formaciones políticas y medios comunicación ha podido convertir una pelea (por grave y espectacular que fuera) en un problema de racismo y en una quiebra de la convivencia en Alcorcón.
El PP y los medios de la derecha se han empeñado en vincular inmigración con inseguridad con fines electoralistas, abriendo espacio para el desembarco de la extrema derecha, o por lo menos de su discurso xenófobo. En palabras de César Vidal en la COPE : «La única solución, deportarles a ellos y a sus familias».
La derecha recita en este caso también su credo de la guerra contra el terrorismo. Da lo mismo Al Qaeda, ETA, Latin King o cuatro quinceañeros. La única actuación posible es la policial. Según el PP, si en Madrid hubiera algunos cientos de policías más, los jóvenes no se pegarían en los bares o en las canchas. Por supuesto nada de legalizar como asociación cultural a los Latin King como ya se ha hecho en Cataluña con buenos resultados. Para el Gobierno de Aguirre, eso es poco menos que claudicar ante los terroristas.
Se ha dicho también que éste es un problema del sur de Madrid o de los barrios obreros con nueva población inmigrante y no es cierto. De hecho, el mayor número de peleas juveniles se da en el norte y el noroeste gobernado por el PP y nunca se ha dado una reacción mediática como ésta. Parece claro que venden más las bandas latinas que la cruda realidad de los grupos de extrema derecha bien organizados y financiados.
De cualquier forma, si lo que queremos es hablar de integración y convivencia, lo que toca es básicamente hablar de inversión en los servicios públicos, especialmente en Educación. Y por supuesto también del derecho al voto de los inmigrantes y de avanzar hacia una democracia más participativa que integre a los ciudadanos en el gobierno cotidiano de las ciudades.
Ante los discursos simplistas de la derecha política y mediática, la respuesta debe ser más servicios públicos, más participación y más movilización social, y ése es quizá el mayor error que han cometido el Ayuntamiento de Alcorcón, el Consejo de la Juventud y las organizaciones juveniles, no haber tenido la valentía y la autoridad política para haber convocado una gran movilización contra la violencia y por la convivencia. Es necesario dejar claro que la calle es de los ciudadanos normales y corrientes, no de los grupos de extrema derecha, de las bandas o, como el pasado sábado, de la Policía y los periodistas.
Jorge García es portavoz adjunto de IU en la Asamblea de Madrid.
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