Protestan contra la «antenización» de su barrio. Los vecinos del distrito de Retiro llevan casi dos años luchando para que les quiten las 120 antenas de telefonía móvil que adornan sus calles. Ayer, lo hicieron manifestándose en plena calle con carteles y megáfonos.
La principal reivindicación de los vecinos afectados es que su protesta no es contra la telefonía móvil, sino «contra la masificación de antenas». Pilar y María residen en el barrio desde hace años y frente a la situación sólo aciertan a decir que «debe de ser una zona muy apreciada, porque en menos de 500 metros cuadrados hay 28 antenas».
«No está comprobado que las antenas produzcan cáncer, pero tampoco lo está que no lo produzcan», comenta María. Su queja se refiere a la ubicación de éstas: «Donde viven los ricos no hay ni una antena, pero a los pobres nos quieren chamuscar enteritos». Con respecto a los datos de cáncer, los vecinos aseguran que un bloque del distrito se han dado varios casos en pocos años. «No sé si habrá relación, pero es alarmante».
Uno de los miembros de la asociación de vecinos, Alfredo Ramos, denunció que la Comunidad de Madrid es una de las regiones con el mayor índice de emisiones. Señaló que las antenas no tienen «ningún control sobre la contaminación electromagnética que puedan producir». El Ministerio de Industria tiene registradas 100 antenas, pero, dice Ramos, los vecinos han contado alrededor de 120.
El pasacalles estaba previsto para las 11.00 horas de ayer, pero no dio comienzo hasta pasadas las 12.00. Tanto algunos de los vecinos como la Policía Municipal -encargada de cortar las calles del recorrido- llegaron tarde a la cita.
Cuando ya estaban todos, los miembros de la Asociación de Vecinos Los Pinos, los organizadores del acto, se ataviaron con monos blancos, que simulaban a los trabajadores de las centrales nucleares, mientras que el resto de manifestantes mostraban camisetas que rezaban: «Gracias por tanta cobertura».
Se unieron alrededor de 20 vecinos para protestar por las antenas. Desde hace varios meses realizan asambleas a menudo y participan en diferentes actos en los que se juntan muchos más de los que ayer estaban, pero el día de fiesta y el frío retuvieron a muchos en sus casas.
La protesta arrancó en la avenida Ciudad de Barcelona, a la altura del número 111, siguió por Doctor Esquerdo y concluyó en la plaza de Mariano de Cavia. El pasacalles pasó también junto al número 40 de la calle Cavanilles. Allí ya hay colocada una antena, pero aún no está en funcionamiento. Vodafone ha hecho ya más de cinco intentonas, pero los permisos que presenta no son los adecuados.
Para esta empresa de telefonía iban dirigidos muchos de los gritos de protesta en la concentración. «Vodafone, la antena no se impone», «Vodafone a los leones», «Vodafone es Vito Corleone»... El autor de estos y otros muchos mensajes es José Luis, «el bufoncillo de la corte», como él mismo se autodefine. Pero comparte el mérito con el resto de sus compañeros de la asociación.
Durante los casi 45 minutos que duró la marcha, los miembros de la asociación se convirtieron en guías turísticos y mostraban una a una todas las antenas visibles en el recorrido. «Y a su izquierda tienen una preciosa antena sobre un colegio», ironizaba uno de ellos.
Concha Denche, concejala de Izquierda Unida, mostró su apoyo a los vecinos. Aseguró que el pasacalles ha sido «una llamada de atención de los ciudadanos a las administraciones por la falta de criterio y de regulación de las antenas de telefonía». Indicó, además, que éstas «florecen de forma incontrolada en los tejados de Madrid como si fueran elementos inocuos y nadie controla ni sus impactos ni sus consecuencias».
La concejala recordó que el grupo municipal de IU ha exigido en reiteradas ocasiones al equipo de Gobierno un mapa sobre las antenas instaladas en la ciudad y una ordenanza municipal que las regule para «evitar su instalación indiscriminada, así como los riesgos y situación de desamparo en el que se encuentran los vecinos».