Los europeos creen que las cosas han cambiado en EEUU tras la victoria de la oposición en las elecciones legislativas de noviembre. Para Robert Guttman, director de la revista Transatlantic y director del think tank Centro de Política Nacional y de Política Exterior, que estudia la relación de la dinámica política nacional en las relaciones internacionales de EEUU, la respuesta es un rotundo no. En su opinión, Bush no va a escuchar las críticas del Congreso y éste nunca va a forzar las cosas tanto como para obligar a una retirada de Irak.
Pregunta.- A un año de las primarias y 21 meses de las elecciones, EEUU ya está en campaña.
Respuesta.- La Guerra de Irak ha puesto patas arriba todo el sistema político del país. Y a eso se suma el hecho de que George W. Bush quiera dejar un legado. Así que va a hacer algo dramático.
P.- Usted no cree que Hillary Clinton vaya a ser presidente.
R.- Carece del atractivo de su marido. Y la gente está cansada de tener a un Clinton en la Casa Blanca. Sólo sirve como entretenimiento. Es como Barak Obama.
P.- ¿Quién puede ser presidente?
R.- McCain es quien tiene más posibilidades. Pero es viejo. Giuliani no tiene ninguna opción. Es demasiado izquierdista en cuestiones sociales como para obtener la nominación. Y los americanos no quieren a un Giuliani en la Casa Blanca. Suena demasiado... mafioso. Además, aquí se elige al presidente no por su programa, sino por su popularidad.
P.- ¿Y entre los demócratas?
R.- El que más posibilidades tenía era [el ex gobernador de Virginia] Mark Warner, pero ha anunciado que no se presentará. El ex senador demócrata John Edwards, que centra su mensaje en la política interior, puede tener posibilidades. Porque en 2008 los estadounidenses van a estar agotados de política exterior, y con tendencia al aislacionismo.
P.- ¿Cómo puede influir en la situación la guerra abierta entre el Congreso y la Casa Blanca por Irak?
R.- Nada. Lo más que hemos visto ha sido la sustitución del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Eso ha sido pura cosmética. No olvide, además, que la política exterior es competencia del presidente. Y él es el comandante en jefe. Salvo que los demócratas corten la financiación de la guerra, que es algo que nunca van a hacer, no va a cambiar nada. Bush ni siquiera ha escuchado a James Baker, a pesar de que le debe su victoria electoral en 2000 [Baker dirigió los esfuerzos legales de la campaña de Bush en la disputa sobre los votos en Florida]. El 70% de la opinión pública quiere que salgamos de Irak. ¡Y Bush decide enviar más soldados! ¡Y McCain, el candidato mejor situado para 2008, también!
P.- Pero esa posición está dañando la popularidad de McCain.
R.- Sí. Pero quedan casi dos años para las elecciones. Para entonces puede pasar de todo. Porque, ¿puede una democracia luchar en una guerra que no cuenta con el apoyo de dos tercios de la población? Yo creo que no. Pero Bush es terco, por usar un eufemismo. Es un hombre con una misión en la vida. Hace lo que quiere porque quiere. Y en el resto del mundo no se dan cuenta de que el presidente tiene mucho más poder que el Congreso. Y su actitud es similar a la de Jimmy Carter en los últimos meses de su mandato: estamos en una enorme crisis, pero es culpa vuestra. Y es la única persona que puede enviar más tropas a Irak. Y también puede atacar Irán.
P.- El secretario de Defensa, Robert Gates, dice que Bush necesitaría permiso del Congreso para atacar Irán.
R.- En teoría necesita una declaración de guerra. Pero puede hacer lo que quiera. ¿Vamos a atacar Irán? Eso es lo que todos nos preguntamos. Desde luego, si Bush quiere, puede hacerlo.