ILDEFONSO GONZALEZ. Especial para EL MUNDO
ESTAMBUL.-
Erhan Tuncel, el presunto cerebro del asesinato del periodista de origen armenio Hrant Dink, era informador de la policía turca desde hace dos años, por lo que había puesto sobre aviso a las autoridades de la preparación del crimen. Según el diario Sabah, Erhan fue detenido junto a Yasin Hayal, otro de los arrestados en el caso Dink, por la colocación de una bomba en un McDonalds de Trebisonda (noreste de Turquía) en 2004. Sin embargo, mientras Yasin cumplió once meses de cárcel por aquel atentado, Erhan se convirtió en informador del Departamento de Seguridad de Trebisonda.
«No pareces un matón como los otros. Déjame sacarte del caso a cambio de información sobre estas bandas», le habría dicho el entonces jefe de la Policía provincial, Ramazan Akyürek, actualmente máximo responsable de la Oficina de Inteligencia. Apodado por la prensa como el Gran Hermano, Erhan fue además guardaespaldas voluntario del líder del partido nacionalista e islamista de la Gran Unidad (BBP), Muhsin Yazicioglu. El rotativo añade que, aunque el también estudiante universitario informó a la policía de Trebisonda días antes de la muerte de Hrant Dink el 19 de enero, ésta no le tomó en serio.
De momento, Erhan se ha acogido a su derecho a permanecer en silencio durante los interrogatorios, mientras que los otros cinco imputados han ido cantando a lo largo de la semana pasada. Todos ellos, incluido el adolescente que confesó el crimen, Ogün Samast, fueron trasladados de cárcel este fin de semana y puestos en confinamiento solitario por razones de seguridad.
Hasta ahora, la única medida de reprimenda tomada por el Gobierno contra las autoridades de Trebisonda, donde todo apunta a que una organización criminal ideó el asesinato de Dink, ha sido la retirada de sus cargos del gobernador y del jefe de policía de la provincia. La zona se ha visto sacudida en los últimos tiempos por multitud de episodios violentos, entre ellos el asesinato del sacerdote Andrea Santoro en febrero de 2006.
Bombas de los radicales
Mientras, los radicales llevan varios días tratando de atemorizar a la población, sobre todo desde que más de 100.000 personas recorrieran el martes el centro de Estambul para manifestar su repulsa por la muerte del intelectual. La semana pasada, la policía detonó de forma controlada frente al Parlamento en Ankara un paquete que simulaba ser una bomba y que fue colocado por un grupo ultranacionalista que reclama la liberación de Ogun Samast.
Asimismo, una bomba explotó el viernes a la entrada de un centro comercial en Samsun, la misma provincia del norte de Turquía donde fue detenido Samast. Finalmente, un hombre secuestró ayer durante unas tres horas un transbordador que viajaba entre las localidades de Gallipoli y Lapseki, en el estrecho de los Dardanelos, en protesta por los cánticos proarmenios entonados en el funeral de Dink.
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