Lunes, 29 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6252.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Es muy difícil hacer compatible la política con la moral (Sir Francis Bacon)
Haz Click Aquí
 MUNDO
CONVULSION EN ORIENTE PROXIMO / Los enfrentamientos entre facciones
El choque entre palestinos se extiende de Gaza a Cisjordania
Un sondeo revela que el 53% de la población cree que ya ha comenzado la «guerra civil», mientras aumentan las críticas contra Hamas y Al Fatah
JAVIER ESPINOSA. Enviado especial

GAZA.- Los muros y alfombras de la mezquita Al Hedaya todavía mantienen los impactos de balas y los charcos de sangre coagulada que atestiguan lo acaecido el pasado viernes. Los milicianos de Hamas han colocado carteles que marcan el lugar exacto donde cayeron abatidas las tres víctimas mortales.

Publicidad
«Tu sangre pura permanecerá como una mancha negra sobre los hipócritas», se lee en el rótulo que cuelga sobre la mancha roja que dejó el cadáver de Eihab Hammuda, de 22 años. A su lado fue asesinado el jeque Zuhair Al Mansi, de 40 años, un conocido predicador afiliado al movimiento islámico.

«Serían como las 18.30 horas. Un grupo de unos 20 encapuchados irrumpió disparando en la mezquita donde el jeque Zuhair se encontraba leyendo el Corán junto a varias personas. Le agarraron y mientras le golpeaban decían: ¡Te estábamos buscando! Le hicieron apoyarse en la pared y le ejecutaron de un disparo», explica Osama Hasan, un chaval de 17 años que se encontraba ese día en el templo.

Según su relato, a Masud Jamal, de 22 años, le obligaron a tenderse en el suelo. «Le colocaron un pie sobre el cuerpo y le dispararon. Así, a sangre fría», dice. Desde esa fecha el recinto está prácticamente abandonado. «La gente tiene miedo y no viene a rezar», admite Hasan.

La mezquita de Al Hadaya se encuentra situada en el barrio de Tal al Hawa, en la ciudad de Gaza, que se ha convertido desde el viernes en uno de los principales escenarios de la renovada oleada de violencia entre afectos a Hamas y Al Fatah que azota la franja palestina y que ya ha dejado al menos 25 víctimas mortales.

Ayer, mientras los milicianos de ambas facciones intercambiaban disparos en Gaza, el conflicto civil se extendía a Cisjordania donde miembros de las Brigadas de Al Aqsa -vinculados a Al Fatah- secuestraron en Nablus a una decena de militantes de la formación islamista y saquearon instalaciones del Gobierno liderado por el mismo partido.

Según una encuesta difundida el sábado por la Universidad de An Najah, sita en esa misma ciudad de Cisjordania, el 53,5% de los palestinos opinan que ambos territorios se han sumido ya en la «guerra civil».

«Retirada de las calles»

El propio primer ministro palestino, Ismail Haniya, se vio impelido a convocar una reunión de urgencia de su gabinete tras la cual exigió la «retirada de las calles» de las milicias que han impuesto sus designios en Gaza. «Hay que proteger la unidad nacional y hacer que prevalezca el diálogo y el lenguaje de la razón», requirió Haniya. Sin embargo, la población civil -atrapada entre las dos partes enfrentadas- comienza a dudar del control que puedan mantener tanto Haniya como el presidente Abú Mazen sobre sus huestes.

«Se han vuelto locos. Es una vergüenza», afirmó Jaled Al Masri, un comerciante de Tal al Hawa que, como otros cientos de habitantes de este suburbio, ha quedado literalmente aprisionado en su domicilio entre tiroteos cruzados.

Desde el viernes los activistas de Hamas están atacando con morteros, lanzacohetes y ametralladoras el cuartel general de la Seguridad Preventiva sito en Tal al Hawa. Los uniformados allegados a Mohamed Dahlan -el aliado más firme de Abú Mazen- replican desde los edificios adyacentes con las mismas armas, disparando hacia las proximidades de la mezquita de Al Hedaya.

La ciudad de Gaza presentaba durante la jornada un aspecto muy distante del bullicio que suele caracterizarla. La mayoría de las calles estaban desiertas, con negocios y colegios clausurados. Muchas de las avenidas han sido cortadas con barricadas y enormes bloques de cemento. Los milicianos han instalado incontables parapetos hechos de sacos terreros que a veces distan entre sí sólo unos cientos de metros y apostado francotiradores en varias azoteas. «Es una auténtica tragedia. Han cruzado todas las líneas rojas asaltando casas y aterrorizando a mujeres y niños. Los palestinos están desesperados», señaló la diputada independiente Rawya Shawwa.

Entre las víctimas mortales no sólo se cuentan miembros de ambos grupos, sino viandantes ajenos a la disputa y hasta niños como Yahia Abú Bakra, de sólo dos años de edad, que falleció el viernes. Su padre, Ibrahim, maldecía ayer a ambas facciones por la muerte de su vástago, quien explicó que fue alcanzado por una bala en un dislocado tiroteo entre uniformados de Al Fatah. «Cuatro todoterrenos de la policía se acercaron a una base de las Brigadas de Al Aqsa. Se confundieron y creyeron que eran gente de Hamas y empezaron a disparar. Yahia fue alcanzado en el cuello. ¿Qué culpa tenía?», inquiría en su humilde morada, una choza no lejos de Jan Yunis. Su esposa, Galia, se mostraba todavía más desconsolada. «Estuve dos años dándole leche de mis pechos. Noches y días aguantando para que creciera. ¿Por qué?», afirmaba.

El sábado, presuntos activistas de Hamas mataron también a otro chiquillo, Bader Abú el Qarai, de 10 años. Abatida por el dolor, su progenitora, Randa, permanecía postrada en una silla en un domicilio de Gaza donde la familia rendía tributo al niño. En un trágico guiño, la mujer de 32 años quedó inválida hace dos años después de ser alcanzada por una bala israelí. Para ella, lo acaecido ahora es algo mucho más «repugnante». «Son mucho peores que los judíos. Están asesinando a niños en sus casas», sentenció.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad