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| Es muy difícil hacer compatible la política con la moral (Sir Francis Bacon) |
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| Impresiones |
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| La lucha por el centro político |
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El líder del PP anunció el sábado en Toledo su intención de ofrecer al electorado «una propuesta de centro y liberal desde la moderación y la búsqueda de la concordia». La oferta de Mariano Rajoy, encaminada a la búsqueda de ese voto centrista necesario para ganar las elecciones, fue replicada ayer con ironía por el presidente del Gobierno. Zapatero dijo que el «primer capítulo» del programa «centrista y de concordia» fue el discurso que pronunció Rajoy en el debate sobre la política antiterrorista. Es posible, así lo hemos dicho en estas mismas páginas, que al líder popular le sobrara acidez dialéctica en sus más que justificadas críticas a la gestión del proceso de paz de Zapatero. Pero ello no significa que el presidente del Gobierno pueda permitirse el lujo de dar lecciones de centrismo a Rajoy, puesto que desde que ocupa La Moncloa no ha ofrecido muestras de buscar la concordia, sino todo lo contrario. Ha roto los consensos básicos sobre el modelo de Estado y la política antiterrorista, además de agitar los fantasmas de la Guerra Civil con la ley de memoria histórica. A pesar de que se ha definido a sí mismo como un «rojo», la cercanía electoral está llevando a Zapatero a moderar su discurso presentándose como víctima de «los insultos de la derecha». El centrismo sin embargo, como hemos dicho muchas veces, no son palabras bonitas ni un determinado talante, sino un planteamiento político.
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