El vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira, cerró la puerta a esa opción. Argumentó que no se puede elaborar una «lista interminable» de pactos nacionales y posteriormente esgrimió que, en definitiva, la seguridad corresponde a los cuerpos policiales, controlados únicamente por la Administración. «Los Mossos no dependen de lo que pueda decir una asociación de vecinos o comerciantes», señaló, ya que «al final la decisión sobre la Policía corresponde a la autoridad máxima». Pese a Piqué consideró que el Govern no puede «obviar su propuesta», el Ejecutivo únicamente utilizará en materia de seguridad la propuesta de acuerdo que el conseller de Interior, Joan Saura, presentó la semana pasada en el Parlament.En conjunto, los diez puntos que forman parte de aquella propuesta fueron rechazados por la oposición.

Aunque la petición de Piqué no prosperará, el encuentro no fue del todo mal e, incluso, Carod-Rovira llegó a insinuar que el número de «compromisos» alcanzados conjuntamente es mayor al que se pudo certificar tras la reunión de Montilla con el líder de CiU, Artur Mas.

El presidente de los populares catalanes planteó objeciones al planteamiento de crear una Comisión por el Despliegue y el Impulso Estatutario, una propuesta con la que se prentendían callar las pretensiones de CiU de estar en los órganos intergubernamentales para el despliegue del Estatut. Dijo que si se crea, el PP participará, pero que su constitución no sería más que un paso de inflación burocrática en el seno de la Administración. «El Parlament es el lugar adecuado donde el Govern pueda plantear sus propuestas para buscar el consenso», señaló.

Respecto a la posibilidad de alcanzar pactos, Piqué consideró especialmente posible llegar a acuerdos en el tema de innovación e infraestructuras. En materia de vivienda habría menos posibilidad mientras que ofreció su «escepticismo» ante la posibilidad de lograr un acuerdo en materia de inmigración, que, en su opinión, debería abordar temas como la educación y la sanidad.