BARCELONA.-
«La imagen bonita es una geometría modulada por el corazón», decía Willy Ronis. También afirmó que «la fotografía es la mirada; la tienes o no la tienes». Y, evidentemente, él la tuvo. Pero si alguien necesita de una confirmación tan sólo tiene que acercarse a la Fundación La Caixa de Lleida, que ayer inauguró una exposición antológica con 124 fotografías de este autor francés que, aunque no tan reconocido como otros, «está considerado como el padre del humanismo en el fotoperiodismo por la nobleza con la que actúa», según explicó ayer el comisario de la muestra, Pep Rigol. La muestra se podrá visitar en Lleida hasta el 22 de abril, cuando viajará a París.
Willy Ronis (París, 1910) se inició en el mundo de la fotografía en el establecimiento de retratos y retoques fotográficos que su padre tenía en París. Fue en 1936 cuando comenzó su actividad como fotógrafo industrial y reportero, trabajando con algunas de las grandes figuras del fotoperiodismo contemporáneo. Además, colaboró con las revistas ilustradas más importantes de la posguerra europea y publicó un libro, Belleville-Ménilmontant (1954), que se convirtió en la obra de cabecera de la fotografía humanista.
«Las fotografías de Willy Ronis se distinguen por su mirada noble.Es un hombre cuyas fotografías no están construidas, sino que él siempre lleva su cámara encima y las capta enseguida, bajo su mirada más dulce», añadió ayer Pep Rigol, el comisario de la muestra. «Podría haber usado su condición de fotógrafo para manipular imágenes pero no lo ha hecho; no sólo eso sino que la prensa norteamericana sí que lo hizo y esto le hizo meterse en problemas gordos», concluyó Rigol.
Complicidad
Una de las singularidades de esta exposición -que antes ya pudo verse en Madrid y Murcia- es que la selección de imágenes que la componen ha contado con la complicidad del propio fotógrafo.Ronis, a través de imágenes de fábricas, calles, de la naturaleza o de la intimidad, demuestra que sus fotografías constituyen para él no un fin en sí mismo sino un medio por el que circula su propia experiencia en la realidad social que le envuelve.
De familia judía, Willy Ronis fotografía todo lo que ve, mayoritariamente en París, pero también en otras ciudades como Barcelona o Leningrado.«Su obra se basa en el día a día de la vida parisina, las madres, los niños, los marineros y los hombres y mujeres que van y vienen del trabajo», ha señalado Rigol. Actualmente, Ronis vive en París y tiene 96 años. «No puede moverse pero aún fotografía algo desde su ventana», finalizó Rigol.
Paralelamente a la exposición, la Fundació La Caixa ha organizado un ciclo de conversaciones sobre la relación entre fotografía y literatura a partir de cuatro escritores que la han incorporado a su trabajo, con la obra de Ronis como punto de referencia.El ciclo acogerá así a Quim Monzó, Josep Maria Fonalleras, Lolita Bosch y Julià de Jòdar.
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