MADRID. - Vayan por delante enhorabuenas y parabienes por cumplir con éxito ante una audiencia fiel y veterana. «Haber publicado 100 números de esta revista, con la puntualidad debida, es un gran éxito editorial por el que todos debemos felicitarnos». De este modo se congratula Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia, de la celebración del número 100 de La Aventura de la Historia. Bajo el manto de Arlanza Ediciones y dirigida por el escritor, periodista e historiador David Solar, la publicación sopla, por tanto, velas de aniversario.
Doctor honoris causa por varias universidades y una de las personalidades más reputadas en la disciplina, Gonzalo Anes (Trelles, Asturias, 1931) brinda por el acontecimiento, pero alerta de algunos peligros que pueden empañar este éxito editorial.
Pregunta.- ¿Cómo analiza el boom literario del género histórico, incluida la novela?
Respuesta.- Desde que comenzaron las modificaciones de los planes de estudio del bachillerato, en tiempos de Villar Palasí, en 1970, la atención prestada a la Historia ha ido decreciendo. Las gentes tienden a compensar las deficiencias en el conocimiento del pasado con la lectura de obras de Historia, de biografías y de novelas sobre personajes y épocas del pasado, en las que la ficción casi siempre supera lo que contienen de hechos reales.
P.- ¿Goza de buena salud la divulgación histórica en los medios de comunicación de masas o ejerce de pariente pobre de la información generalista?
R.- Es de desear que se divulguen los resultados de las investigaciones de los historiadores, siempre que se haga con la debida exactitud. En las divulgaciones de los medios de comunicación suele atenderse sólo a aquellas investigaciones que puedan interesar más al gran público por su sensacionalismo y carácter anecdótico que a las que podrían contribuir a valorar aspectos del pasado de los que no se tiene conocimiento o que suelen tergiversarse.
P.- Asistimos a un continuo aventar fantasmas del pasado, de arrojarnos las manidas dos Españas. ¿Es deseable que sigan apareciendo títulos revisionistas sobre polémicos capítulos de nuestra Historia?
R.- Es deseable siempre que las revisiones contribuyan a mejorar el conocimiento de los aspectos del pasado sobre los que traten y siempre que se presenten con objetividad e independencia de criterio.
P.- Una correlación peligrosa: ¿a mayor proliferación de títulos, menor rigor histórico?
R.- El «rigor histórico» depende de que los historiadores investiguen el pasado, utilizando todas las fuentes disponibles de modo que lleguen a los resultados más objetivos y esclarecedores. El mayor número de títulos no es incompatible con el carácter científico de su contenido.
P.- Andamos sobrados de investigadores en todas las disciplinas, pero ¿están en crisis las carreras de Humanidades y de Letras en España?
R.- Las vocaciones son las de siempre, el número de bibliotecas es cada vez mayor, las facilidades de investigación en los archivos son crecientes, las conexiones con centros de investigación extranjeros también lo son, las nuevas tecnologías facilitan el acceso a todas las fuentes de conocimiento en las distintas partes del mundo. Por todo ello, no creo que pueda hablarse de crisis en el estudio de las Humanidades.
