«Es triste que tengan tanta influencia decisiones antideportivas. Si queremos que el balonmano sea sólo negocio, pues no hace falta que vengamos a jugar», reflexionaba el portero del Barcelona, dolido por el favoritismo que recibió ayer la anfitriona de un carísimo torneo patrocinado por empresas exclusivamente alemanas. «Ha sido un espectáculo bochornoso. Sabíamos que podía pasar. No de semejante manera, tan evidente», decía con los ojos humedecidos por la rabia. «Yo no lloro por dos árbitros como éstos», recalcó.

Desde la delegación española se recordaba cómo otra pareja de árbitros nórdicos (daneses) castigaron a la selección en las semifinales del Mundial de Egipto de 1999. Entonces no estaba Rolando Uríos en el equipo. El cubano se fajó ayer entre acciones antirreglamentarias y agarrones ilegales. Tuvo mil peleas y terminó hundido en el banquillo, cuando acabó el encuentro. Los ocho goles que firmó sin fallo le convirtieron en el Mejor Jugador del choque según la organización. A él de poco le servía. Cuando le entregaron el galardón, lo lanzó a la grada enrabietado.

«Tenemos un cuerpo horrible, es duro caer así. El partido ha estado muy desequilibrado. Se ha visto que no querían que ganara España», apuntaba Alberto Entrerríos con el rostro serio. Más moderado se mostró Juan Carlos Pastor. No utilizó palabras gruesas, aunque fue claro: «Sólo quería que me hubieran dado opciones de ganar». El seleccionador sabía que necesitaban distancia en el marcador para evitar los riesgos, pero su equipo estuvo irregular en el inicio. El Campeonato no ha sido un buen recorrido. Es el primer tropezón del ciclo, tras dos medallas. «Nos ha faltado regularidad y hemos errado lanzamientos claros», según el técnico del Valladolid.

Su proyecto no peligra porque acaba de ser renovado hasta después de los Juegos de Pekín, pero asume que es grave que la vencedora salga de su cita en los cuartos de final. «Esto dará grandeza a los éxitos anteriores. El balonmano está muy igualado y la aparición de los cuartos de final suponen un filtro decisivo», señaló el técnico, de 38 años. En la sala de prensa, su mujer lo miraba a punto de llorar. Pastor aplaudía a los suyos: «Hemos demostrado carácter para remontar y disputar la victoria. Todo nos ayudará a sacar conclusiones».

La selección, tras asombrar en Túnez, ha visto como todos los rivales la han estudiado. Defensas sobre Uríos, ataques contundentes para evitar los robos de su feroz sistema defensivo, salidas rápidas.... También ha faltado continuidad y algunos referentes, como Iker Romero, han fallado.

«No es lógico que algo así [la actuación arbitral] suceda en 2007. Ante Alemania, sin ser ella anfitriona, hubiéramos tenido opciones. Parece que los alemanes tienen que ir pasando y que les van a llevar lo más lejos posible», criticó. Pastor tendrá que animar a sus chicos para disputar el castigo que sigue a la eliminación. España empezará a jugar mañana contra Croacia, buscando un puesto entre el quinto y el octavo. Tiene dos encuentros por delante, de los que debe, al menos, ganar uno para garantizarse poder organizar uno de los preolímpicos donde se repartirán las plazas para los Juegos de Pekín (2008).