ARTURO ALVARADO
VALLADOLID.-
Números de campeón. El Valladolid acumula 21 partidos invicto -16 de Liga y cinco de Copa- y es el equipo más fuerte de Segunda División en Europa, por delante de la Juventus, y la auténtica revelación de la Copa del Rey. Hoy mide, en Riazor, su fortaleza ante el Deportivo. Los responsables de la resurrección blanquivioleta son José Luis Pérez Caminero (director deportivo) y su tocayo Mendilibar (técnico). El gran logro del primero es haber fichado a 10 jugadores con coste cero. Alberto, García Calvo, Iñaki Bea, Borja, Alvaro Rubio, Sisi, De la Cuesta, Vicente, Mario Suárez y Toché. La mayoría es titular indiscutible.
Pero si existe una figura que personifica el éxito en Zorrilla es José Luis Mendilibar. El técnico nacido en Zaldibar (Vizcaya) hace 45 años llevaba tiempo en la agenda pucelana tras sus éxitos con el Lanzarote (Segunda B) y el Éibar (Segunda), dos equipos con plantillas muy modestas a los que colocó al borde del ascenso. Su filosofía de trabajo es clara: trabajo muy duro en los entrenamientos y fútbol colectivo, donde todos atacan y defienden con intensidad máxima.
Lo de Mendilibar no fue un cambio de libreto, sino toda una cirugía estética que hizo reconocible al equipo únicamente por su peculiar uniforme. Antes, el Valladolid se ganó la fama de blandito. «Antes de jugar contra ellos, nos aconsejaban que les entrásemos fuerte, porque en cuanto recibían dos patadas se encogían», comenta un jugador de la actual plantilla que la pasada temporada militaba en otro club.
Hoy en día, el retrato robot del equipo ha girado 180 grados. El Valladolid no sólo practica un fútbol vistoso y directo, sino que muerde al rival. Para lograr esto ha sido fundamental el concurso de jugadores con gran personalidad, como García Calvo, Borja y Llorente. Los dos primeros recién llegados y el tercero postergado, hasta que la pasada temporada se vendió a Aduriz al Athletic .
El ex madridista Borja es el centro de gravedad de esta escuadra. Gran recuperador de balones, se ha confirmado esta Liga como un buen distribuidor de juego. García Calvo es el káiser de una defensa que sólo ha encajado 15 goles en 22 partidos. Llorente es el pichichi de la categoría, con 13 goles.
Estos son los nombres más sobresalientes, pero si algo ha logrado Mendilibar es la sensación de colectivo. El preparador trata a todos por igual y éstos saben que quien baje el listón no juega. De ahí la implicación de la plantilla, pues el éxito de Copa ha de apuntarse a los suplentes, que han ganado los seis encuentros de este torneo: dos a domicilio ante dos equipos de la misma categoría (Lorca y Elche) y el resto en las eliminatorias a ida y vuelta frente a Nàstic y Villarreal, con sendos triunfos por 1-3 y 0-1.
Claro que la competición que ha puesto al Valladolid de moda es la Liga. Después de un comienzo dubitativo, el equipo ha puesto el piloto automático . No pierde desde el 1 de octubre, en Zorrilla, frente al Salamanca (2-3), desde entonces ha encadenado 10 victorias y cuatro empates. En enero ha firmado pleno, con 12 puntos, sin encajar un gol.
La proa albivioleta enfila la Primera División. José Luis Mendilibar, que se ha comprometido por dos temporadas, asegura que cumplirá su contrato pase lo que pase. Ahora espera la semifinal de la Copa y entrar en la élite del fútbol español.
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