M. GOMEZ
MADRID.-
España sigue pulverizando sus propios récord en la llegada de turistas extranjeros -58,5 millones de visitantes foráneos en 2006, un 4,5% más-, pero es incapaz de remontar la tendencia descendente de los ingresos iniciada hace seis años. Ésta es una de las máximas preocupaciones de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), el lobby que representa a los principales grupos turísticos españoles, y que ayer alertó del descenso del 2,8% registrado por los ingresos de este sector en 2006 en términos reales y un estancamiento en términos nominales.
En cuanto al gasto medio real por turista extranjero que revierte en España, el descenso en 2006 se situó en un 7% hasta los 615,4 euros. El boom de los clientes de las compañías de vuelos baratos y el aumento de los viajeros independientes son algunos de los factores que han influido en el retroceso.
Todos estos parámetros condujeron a que el denominado 'PIB turístico' -el Indicador Sintético del Turismo (ISTE)- creciera un 3% el pasado año, por debajo del incremento del 3,7% previsto para el conjunto de la economía española.
No obstante, el sector se mostró satisfecho con los resultados cosechados durante el pasado ejercicio por la recuperación de la demanda extranjera (sobre todo, turismo alemán y británico) alentada por los conflictos geopolíticos de países competidores, según subrayó el vicepresidente de la organización, José Luis Zoreda. No obstante, el volumen de extranjeros que se ha decantado por un destino español para pasar sus vacaciones ha crecido menos que en pasados ejercicios: un 4,5% en 2006, frente al 6% de 2005.
Pese a este menor crecimiento, las pernoctaciones en alojamientos reglados han alcanzado su máximo histórico, al contabilizarse un total de 115 millones.
Con todo, las principales industrias españolas aumentaron durante 2006 su nivel de ingresos debido a que el crecimiento «ha sido más cualificado que años anteriores». Para el presente ejercicio, el sector se muestra optimista y confían en una mejora «en ventas y en beneficios» impulsados, sobre todo, por la fortaleza de la demanda interna. En este sentido, los empresarios descartan que los últimos acontecimientos vinculados con el sector - huelga de pilotos de Iberia, la invasión de pistas del aeropuerto de El Prat el pasado verano, el atentado en la nueva terminal de Barajas, crisis de Air Madrid, etcétera.- hayan tenido impacto en el sector y en la imagen de España como destino turístico. «La relevancia de esos acontecimientos ha sido mayor a nivel interno que la repercusión que haya podido tener en el exterior», esgrimió el presidente de Iberia, Fernando Conte.
Por último, los empresarios reclamaron a la Administración que ponga en práctica todos los planes para revitalizar ciertos destinos de 'sol y playa' y que, además, se controle la oferta inmobiliaria en las costas españolas.
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