El índice de confianza de EEUU se situó en los 110,3 puntos en enero, desde los 110 puntos del pasado mes de diciembre. Una mejora impulsada por una mejor percepción de los consumidores sobre el mercado laboral.

El sondeo que realiza cada mes esta entidad entre 5.000 hogares americanos reflejó, además, una mejoría en la visión que tienen los consumidores acerca de las condiciones presentes de la economía y en los próximos seis meses. El sentimiento positivo de los consumidores se trasladó a Wall Street. El índice Dow Jones cerró la sesión con un aumento del 0,26%, colocándose a 12.523,31 puntos.

Unas tímidas ganancias que esconden la expectación por la reunión que hoy celebrará la Reserva Federal. Aunque se da por descontado que los tipos de interés se mantendrán sin cambios en el nivel del 5,25%. Hay dudas sobre el informe que la Reserva Federal dará al final de la reunión, el cual es recibido por los inversores como indicador de cómo se moverá el precio del dinero en el corto y medio plazo.

Además ayer fue el llamado gold tuesday o martes de oro en Wall Street, un día en el que un gran número de compañías dieron a conocer sus resultados. Fue el caso del conglomerado industrial 3M, la farmacéutica Merck, y las empresas de productos para el hogar y la higiene personal Procter & Gamble y Colgate-Palmolive. Unos resultados variables que dejaron un tanto fríos a los inversores de la Bolsa de la ciudad de los rascacielos.

Las Bolsas no fueron ayer ajenas al nuevo avance del crudo. El barril de Texas superó los 56 dólares, al revalorizarse más de dos dólares, cerca de un 4%, tras publicar The Wall Street Journal que Arabia Saudí había comunicado a sus clientes que recortará la producción en 158.000 barriles diarios a partir de febrero.