La madre, los hermanos y los tres hijos del matrimonio asesinado -Ascen, de 17 años, Alberto, de 16, y Clara, de 13-, rodeados de sus amigos, escuchaban en silencio al cardenal: «La paz no quiere treguas, la paz quiere solamente la paz», decía en una ceremonia donde hubo más sentimiento que reivindicación.

Varios centenares de sevillanos acompañaron a la familia en la misa y luego en el homenaje floral que cada año ofrecen a las dos víctimas de ETA en la calle contigua a la catedral, donde tuvo lugar el asesinato. Los hijos se negaron a hacer declaraciones, pero dos de ellos participaron, confundidos con el público y acompañados por sus amigos, en la manifestación convocada el pasado mes de octubre por la AVT en contra de la política de negociación con ETA. Quien sí habló fue Javier Arenas. El líder del PP andaluz pidió al presidente de la Junta, Manuel Chaves, que «pida disculpas» a los andaluces por haber pedido la prisión atenuada para De Juana.