Cientos de vecinos asistieron ayer al funeral celebrado en la iglesia parroquial de Torrecilla de Alcañiz por los tres bebés fallecidos el lunes al incendiarse su casa en esta pequeña localidad del Bajo Aragón.
Los féretros de los tres niños llegaron a la iglesia en sendos coches fúnebres desde el depósito de cadáveres de Alcañiz, a donde fueron llevados tras ser rescatados sin vida por los bomberos que apagaron el incendio.
En una misa oficiada por cuatro sacerdotes, encabezados por un vicario del Arzobispado de Zaragoza, los habitantes del pueblo llenaron la iglesia para acompañar y solidarizarse con la familia ecuatoriana de la que formaban parte los tres pequeños.
A la ceremonia asistió la madre de los niños, Silvia Andrade, una ecuatoriana de 31 años que vive desde hace poco más de uno en esta localidad y que ayer pidió el alta voluntaria en el hospital de Alcañiz, donde fue atendida de las heridas que sufrió en el siniestro, para acudir al funeral. A la mujer la acompañaron dos de sus hijos, que no resultaron afectados por el humo y las llamas, a causa de las cuales otros dos, uno de 4 años y una niña de 12, están ingresados en el Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, con pronóstico reservado.
Los vecinos, muy afectados por esta tragedia, siguieron en un impresionante silencio la ceremonia que comenzó pasadas las 16.30 horas y que se prolongó durante poco más de media hora, con la presencia de numerosos medios de comunicación.
El alcalde de la localidad, Pedro Mindan, los concejales, el consejero de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, Miguel Ferrer, el presidente de la Diputación de Teruel, Angel Gracia, y otros cargos de la institución, asistieron a la ceremonia.
También estuvieron presentes el senador turolense Manuel Blasco, del PP, partido al que pertenece el alcalde de Torrecilla, y algunos alcaldes y concejales de otras poblaciones de la comarca. Todos acompañaron a pie a la comitiva fúnebre hasta el cementerio donde los tres niños fueron enterrados, tras dar autorización el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz, que abrió diligencias sobre el siniestro.
La autorización se produjo después de que se conocieran ayer los resultados provisionales de las autopsias hechas a los tres bebés, que han confirmado que murieron por asfixia, debido a la inhalación de humo, como adelantaron las autoridades. El Ayuntamiento de Torrecilla de Alcañiz decretó, en un pleno extraordinario, tres días de luto por la tragedia y decidió suspender las fiestas de San Blas, patrón de la localidad, que se iban a celebrar el próximo fin de semana.
Asimismo, han iniciado gestiones para dotar a la familia de una nueva residencia en el pueblo y conseguir ayudas económicas para garantizar su subsistencia, ya que la mujer, que perdió a su compañero sentimental el pasado 29 de diciembre en un accidente de tráfico, no tiene trabajo.