Tradicionalmente, la Antigua Estación del Ferrocarril y la avenida de Madrid han sido dos lugares tranquilos de Ceuta. En los últimos años, sólo la presencia de un grupo de inmigrantes hacinados en un barracón abandonado ha quebrantado la paz de estas zonas, a caballo entre el centro y el extrarradio de la Ciudad Autónoma. Estaban acostumbradas a vivir sin apenas más tumulto que el transitar contínuo de vehículos ante la cercanía con el Puerto o los de la tarde de cada Lunes Santo, cuando el traslado del Medinaceli colapsa la calle al finalizar justo ahí.
Sin embargo, en la madrugada de ayer las cosas cambiaron. Y es que la actitud sospechosa de dos vehículos motivó una espectacular intervención policial como pocas veces se había vivido en la zona.
A medianoche del lunes quedaron cortados todos los accesos al barrio del Ferrocarril. Se emprendió una operación que permitió la detención de tres individuos, para lo que fue necesaria, incluso, la realización de disparos al aire por parte de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en el dispositivo.
Lo que buscaban los agentes era material explosivo. Concretamente, se intervinieron 354 gramos de PG2 y un cartucho conformado de trilita de 232 gramos, todo de procedencia militar, y un vehículo.
Dos de los tres detenidos eran soldados profesionales, de religión cristiana. Destinados tanto en la Legión como en el Cuartel General -de carácter prácticamente administrativo-, tenían abiertos sendos expedientes disciplinarios. El legionario O.C.C., por acumulación de faltas leves hasta llegar a una grave. El otro, J.P.A.M., por infracciones al código de conducta de las Fuerzas Armadas. Ambos se encontraban de baja psicofísica desde el pasado año.
El tercer hombre es E.A.A., sin actividad profesional alguna, aunque sí era bien conocido en ámbitos policiales, debido a algún delito de poca monta.
Los investigadores han descartado la posibilidad de que el material explosivo tuviera como destino una red de terrorismo islamista, y si es más probable la delincuencia organizada como posible objeto de la venta.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de octubre, y la de anteayer era la noche prevista para la venta del material explosivo que había sido sustraído de los cuarteles del Ejército. La Delegación del Gobierno confirmó que en las últimas horas de la tarde de ayer se practicaron registros en varios domicilios, sin que se hubieran producido novedades significativas en el marco de la operación desarrollada por la Policía Nacional.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ha ordenado la apertura de una investigación para averiguar cómo ha llegado el material explosivo a manos de los tres detenidos.
J.P.A.M. y O.C.C. no son los únicos militares arrestados en las últimas horas en Ceuta. Otros dos, cuyas iniciales no han trascendido, también lo han sido por su presunta implicación en el asesinato de un joven ocurrido durante el pasado fin de semana.
Tras los atentados del 11-M, el Ejecutivo puso en marcha un dispositivo especial de control de polvorines y de almacenes de explosivos. Desde la masacre se han realizado más de 150.000 inspecciones de almacenes con material explosivo y se han levantado varios miles de actas de sanción.
