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La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes (Solón) |
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A la última |
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Libros 'de viejo' para jóvenes |
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MARTA AGUIRRE
Ahora que la Cuesta de Moyano ya no está en la Cuesta de Moyano (bueno, la cuesta sí, pero lo que hace que la conozca todo el mundo, es decir, los puestos de venta de libros antiguos, no), conviene hacer un repaso a lo que toda la vida se ha llamado librerías de viejo, que cada vez tienen un público más joven. Efectivamente, hay un sector de la población que empieza a tomar esa costumbre anglosajona y tan poco latina de comprar objetos de segunda mano como algo normal y corriente. Antes, las librerías de segunda mano se centraban casi exclusivamente en libros antiguos, difíciles de encontrar, joyas bibliográficas... Empieza a existir, sin embargo, un mercado que combina esas piezas de coleccionista con libros ya leídos, pero que también podrían comprarse nuevos (y al doble de precio) en tiendas normales.
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De reciente apertura es Arrebato (San Andrés, 12). Ofrece obras que van de la poesía vanguardista a clásicos de la narrativa internacional, pasando por curiosidades magníficamente seleccionadas. En ella no sólo se encuentran los típicos libros antiguos propios de las librerías de toda la vida de segunda mano, sino también algunas joyas underground que normalmente no se ven en ese tipo de tiendas.
En cualquier caso, aunque Arrebato es una visita imprescindible, no podemos olvidar otros paraísos del bibliófilo. A un neófito le pueden parecer todos iguales, con ese olor tan característico a polvo y papel antiguo (así, leído, parece algo terrible, pero el adicto a los libros adora ese olor), estanterías de madera, un desorden aparente y un vendedor que conoce lo que tiene en las estanterías, algo que parece de Perogrullo, pero que cualquiera que haya preguntado por un libro (o un disco) en alguna gran superficie sabe lo que es. En estos sitios uno pregunta por Lolita y el dependiente no le dice «Por Lolita no puedo buscarlo, ¿me dice el nombre del autor?». Estos vendedores son una especie de doctores de la Cultura que recomiendan lo que uno necesita. Cada librería tiene su especialidad y, dejando a un lado las utilísimas para los estudiantes, donde se encuentran libros de texto y también para oposiciones, la selección se puede centrar en sitios como El Prado (Prado, 5), con piezas de coleccionista y ediciones raras magníficas; Luis Bardón (Plaza de San Martín, 3) con piezas que llegan a tener tres siglos; Pérez Galdós (Hortaleza, 5), fundada por el nieto del escritor y en la que también hay libros actuales de segunda mano y descatalogados, algo parecido a lo que ofrece San Ginés (Pasaje de San Ginés, 2).
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