A sus 64 años, es uno de los incuestionables maestros del toque. La guitarra flamenca de concierto, que actualmente se encuentra en un momento de esplendor, le debe mucho al trío Víctor Monge, Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. «Empezamos a imponer los conciertos de guitarra en los festivales que surgieron a finales de los 60 por Andalucía. Con Manuel Cano, también», explica. «En aquella época no había costumbre de escuchar la guitarra sola, pero nos hicimos nuestro hueco y tuvimos mucha aceptación. Después, he representado a Madrid y al flamenco por todo el mundo. Para el público no muy flamenco, lo que abre más caminos es la guitarra y eso, internacionalmente, se ha visto clarísimo».

Comenzó su andadura profesional, con 12 años, con el grupo Los Serranos, encabezado por su hermano mayor, Manolo (él era el menor de los integrantes y de ahí el nombre artístico). A los 16 estuvo con Juan Valderrama. «Era un gran aficionado y una enciclopedia».

A principios de los 50 apareció su primer disco: Flamenco en la guitarra de Víctor Monge, Serranito. La grabación fue elogiada por Narciso Yepes y Andrés Segovia. «El maestro me dijo, en cierta ocasión: 'Si usted estudia música, yo seré su abuelo guitarrístico'». En 1982, estrenó con enorme éxito, en el Real, su obra para guitarra y cuerda Andaluz sinfónico.

No pierde ocasión de reivindicar Madrid como plaza flamenca: «Nuestro patriarca, Ramón Montoya, era de Aranjuez y vivió casi siempre aquí. Era un punto de encuentro fundamental. Tuve la ocasión de escuchar a maestros como Manolo de Huelva. Ahora hay figuras como El Güito. Fíjate en la diferencia entre su baile y lo que se hace hoy. Nada que ver».

Serranito actúa hoy, a las 20.30 horas, en el Teatro Albéniz (Paz, 11).