C. U.
MADRID.-
El fabricante de automóviles francés Renault acordó ayer con los sindicatos un nuevo convenio laboral en el que ambas partes han hecho concesiones para salir de la difícil situación en la que se encuentran las instalaciones en España. El fracaso comercial del modelo Modus, fabricado en exclusiva en Valladolid, ha obligado a eliminar dos de los tres turnos en la planta castellana y mover a la Junta de Castilla y León a aprobar el pasado martes ayudas para las empresas auxiliares del grupo francés, cuyas instalaciones representan una parte fundamental del PIB regional.
Las condiciones del convenio firmado se prolongarán los próximos tres años e incluyen un plan de reestructuración que supondrá la salida de 2.100 trabajadores a través de bajas incentivadas y contratos relevo. Esta medida sólo afectará a los trabajadores en Castilla y León y deja fuera a los empleados del grupo en Sevilla.
Por su parte, la empresa se ha comprometido a hacer lo posible por elevar la carga de trabajo de sus factorías con la fabricación del Modus, su variante R77 y parte de la nueva generación del Clio «en función de la demanda». Además, la empresa se ha comprometido a que la factoría vallisoletana sea prioritaria en la asignación de un nuevo modelo. Las inversiones de Renault hasta 2009 ascenderán a 528 millones de euros, un nivel similar al del anterior convenio.
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