CARMEN LLORENTE
Febrero ha comenzado con buen pie en el mercado de valores español. El Ibex 35 avanzó un 0,41% y coronó un nuevo máximo histórico en 14.631 puntos. Acumula en las últimas cinco jornadas unas plusvalías del 1,5%, con lo que encadena seis semanas consecutivas de ganancias.
El balance en lo que va de 2007 arroja una revalorización en el Ibex 35 del 3,4%. En otras palabras, en poco más de un mes, la Bolsa española se convierte en un mercado tan rentable como los depósitos o productos de renta fija a un año.
La renta variable sigue estando de moda y el dinero no deja de llamar a su puerta. Enero se ha convertido en el mes más activo de los 175 años de historia de la Bolsa española. El pasado mes se movió en el parqué la astronómica cifra de 137.343 millones de euros.
Sin embargo, en las dos primeras jornadas de febrero, la actividad bursátil ha dado signos de debilidad. La de ayer, aunque alcista, fue una jornada sosa y con escaso volumen de negocio. El desenlace final de la OPA de E.ON sobre Endesa acaparó toda la atención de los inversores, y redujo la actividad.
Pero pese a la escasa negociación, la jornada del viernes dio alegría a un buen número de inversores. La mayoría de los valores del Ibex 35 cerraron en positivo. En bancos, energéticas, aerolíneas, compañías industriales, las alzas fueron prácticamente generalizadas.
Sin duda, la coronación el jueves de un nuevo récord histórico en la Bolsa de Nueva York dio ayer renovadas fuerzas al parqué español y a las plazas europeas. «Estamos en territorio alcista. Esto va a seguir subiendo», explica Dionisio Peláez, broker de GPM.
La fuerte caída del barril de petróleo desde los máximos históricos alcanzados en julio -ha retrocedido más de un 30% y cotiza a 57 dólares-, ha contribuido al ascenso de la renta variable. No es éste el único factor del avance. En los últimos meses se ha producido un cierto trasvase de dinero de las materias primas -especialmente metales básicos- hacia las Bolsas occidentales.
Y si Wall Street sigue marcando máximos, sin duda, el parqué español no se va a quedar atrás. Pese a que lleva cuatro años de subidas y muchos valores cotizan a precios injustificables desde ningún tipo de análisis, los inversores van a seguir comprando acciones.
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