F. L.
MADRID.-
No fue una investigación al uso. Desde el principio, los investigadores de la Guardia Civil tuvieron claro que el ahora detenido estaba directa o indirectamente implicado en el asesinato de Manuel Grima. Pero no había datos, no había indicios, ni mucho menos pruebas.
Sin embargo, los agentes sabían que Santiago Mainar era, de todos los vecinos de Fago, quien más disputas había mantenido con la víctima, tanto personales, como profesionales y, por supuesto, políticas. Por este motivo, desde el principio se le colocó en el primer puesto del 'ranking' de sospechosos. Se le citó a declarar en varias ocasiones, tanto a nivel policial como judicial. También se le requirió para que, voluntariamente, facilitara alguna muestra de ADN, que el sospechoso entregó sin dar muestras de temor alguno. Quizá estaba convencido de que en el vehículo no iban a encontrar ningún indicio que le relacionara con la víctima. Desde Madrid se desplazaron dos equipos de especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO) que han permanecido durante las tres semanas de investigaciones en la zona del pirineo aragonés. El pasado jueves por la tarde se desplazó allí su jefe, el coronel Hernando.
Según explicaron fuentes de la investigación, los agentes convencieron a la autoridad judicial para intervenir casi desde el primer día el teléfono del sospechoso. Además, los agentes de la Policía Judicial estuvieron rastreando su historial personal. Seguían acumulándose indicios pero no se alcanzaban los resultados claros: las pruebas. Y es que éstas estaban en el coche del alcalde.
Ayer, tras la detención, los guardias civiles realizaron un registro en el domicilio del sospechoso donde intervinieron algunos objetos que serán analizados también. Los investigadores tratan ahora de precisar quién o quiénes pudieron ayudar al detenido a perpetrar el crimen ya que, según todos los expertos, al menos una persona tuvo que colaborar con él. Fuentes de la investigación, citadas por Antena 3, decían anoche que Mainar se había derrumbado y había confesado el crimen.
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