Sábado, 3 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6257.
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El Partido Popular acusa a la Generalitat de primar a delincuentes sobre víctimas
VANESSA GRAELL / M, RODRIGUEZ FONT

BARCELONA.- El secretario ejecutivo de Seguridad del PP, Ignacio Astarloa, lo tiene muy claro: Cataluña vive una situación de inseguridad sin precedentes, en la que los delincuentes campan a sus anchas, las familias no pueden andar tranquilas por las calles y las autoridades que deberían proteger a la ciudadanía se dedican a dar cobertura a delincuentes y movimientos antisistema.

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El PP pretende hacer de la seguridad «una de sus grandes banderas», según afirmó ayer Astarloa, durante la inauguración de la Convención sobre Seguridad en Barcelona. A su juicio, la seguridad es «uno de los grandes fracasos» del Gobierno de Zapatero y del tripartito, a los que acusó de «tener complejos» a la hora de aplicar la ley con firmeza. Y aportó datos para demostrarlo: «Los índices de inseguridad desde que gobiernan los socialistas han subido 14 puntos en todo el país», afirmó.

Astarloa se refirió al «planteamiento acomplejado» del Gobierno como «la doctrina Rubalcaba», que consiste en no mandar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en situaciones de crisis para que «no se organice más lío».

El popular también denunció «la inmensa afinidad de los irresponsables políticos» con ciertos movimientos antisistema que, a su juicio, se traduce en «permisividad y banalización de la delincuencia.

Astarloa también criticó la labor del consejero de Interior catalán, Joan Saura, al que acusó de «ocultar» unos «datos de escalofrío» y de «engañar» a la ciudadanía. Durante 2005 los delitos en Cataluña aumentaron casi un 23% y se doblaron los robos en casas habitadas, señaló .

En su opinión, Cataluña es «el mundo al revés», ya que los okupas tienen «derecho a usurpar la propiedad privada» mientras que los propietarios deben someterse a «un penoso litigio judicial para demostrar que la vivienda es suya».

Astarloa también reservó unas palabras para el Gobierno y criticó que no haya sabido «enfrentarse a las nuevas realidades» en materia de delincuencia como las bandas juveniles, redes organizadas, asaltos a vivienda o secuestros exprés.

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